A Coruña para turistas que no quieren ser turistas: ocho planes de Semana Santa distintos
A CORUÑA CIUDAD
Lo permita el tiempo, o no, hay mil maneras de ser forastero en esta ciudad y sus alrededores. Te descubrimos algunos restaurantes y barrios donde perderte para conocer una Coruña diferente
26 mar 2024 . Actualizado a las 13:53 h.Si no has recorrido al menos uno de los trece kilómetros del paseo marítimo de A Coruña, hazlo. Si no has probado la tortilla de Betanzos, pruébala. Y si no has vibrado con la exposición Helmut Newton-Fact & Fashion, reserva tu visita guiada. Hay decenas de planes que no por mainstream dejan de ser apetecibles, pero es cierto que muchas veces las guías omiten secretos de la urbe y sus alrededores que son auténticas maravillas. Si vienes de visita a A Coruña no dejes de ir la torre de Hércules y a la Domus, pero dale una oportunidad a esos rincones que solo conoce la población local.
Castro de Elviña
Monumento Histórico Nacional y Bien de Interés Cultural (BIC), a veces pasa desapercibido hasta por los propios coruñeses. Este poblado fortificado, situado en San Vicente de Elviña (entre Elviña y Mesoiro), tiene unas dimensiones mayores que las de otros castros del entorno y, además, ofrece una destacada monumentalidad arquitectónica y un conjunto de edificaciones sorprendentes para la totalidad de la Edad del Hierro del Noroeste. Hay visitas guiadas de una hora y media de duración y son gratuitas.
Puerto de Lorbé
Muchos turistas cruzan el puente de A Pasaxe para descubrir las bondades de Oleiros: el concello gallego con mayor renta por habitante y que tiene entre sus principales atractivos las playas, el castillo de Santa Cruz y unas rutas de senderismo con vistas espléndidas. Sin embargo, son pocos los que llegan hasta Lorbé, que esconde un puerto marinero donde el mejillón es el gran protagonista. Vale la pena dejarse caer por allí y disfrutar de estos bivalvos al vapor después de visitar, por ejemplo, o Seixo Branco.
Taberna Sargadelos
La Taberna Sargadelos tiene marca de la casa, con decoración claramente reconocible de la cerámica y recetas que tiran de la comida tradicional gallega. Esa es la oferta que arrancó este mes en Cerámicas do Castro en Sada, y que es una oportunidad de oro para llevarse uno de los souvenirs más valorados de la comunidad al tiempo que se disfruta de un caldo gallego, pulpo, zamburiñas, raxo o lacón con pimentón.
O Portiño
En el año 2011 se terminaba el tramo del paseo marítimo de A Coruña que une O Portiño con Bens, sumando así un total de 13 kilómetros de recorrido. La senda ciclista y peatonal animó a muchos coruñeses a acercarse a una zona denostada que, ahora, goza de una nueva vida para ver uno de los mejores atardeceres de A Coruña. Cuenta con una pequeña playa y una terraza que ahora mismo, eso sí, se encuentra cerrada temporalmente.
La Fábrica (Santa Cristina)
Además de centro cultural, este edificio de Santa Cristina (Oleiros) cuenta con un restaurante con una ubicación única. Alejado de esa zona bulliciosa que sí suelen frecuentar (e incluso colapsar) los turistas, este local es perfecto para disfrutar del sol y un buen menú sobre la ría de O Burgo. Con codiciadas mesas dispuestas sobre el embarcadero, se puede disfrutar de un pastel de cabracho y una tabla de quesos para empezar, y terminar con uno de sus arroces, que es lo que pide la localización un día de buen tiempo.
Paseo marítimo de Arteixo
Arteixo es, para muchos foráneos, el lugar que acoge al gigante Inditex. Pero merece la pena acercarse a este concello por muchas razones, por ejemplo, su paseo marítimo. También conocida como Senda Azul, recorre desde el arenal de Sabón hasta el arenal de Barrañán, conectando 7 de las 9 playas del municipio. El paisaje agreste deja curiosidades como el Monumento al Voyeur, un enorme catalejo perfecto para admirar el mar Atlántico en toda su grandeza.
As Xubias
Este enclave, tan paradisíaco como abandonado, enfila la salida de A Coruña hacia Oleiros y Culleredo. Pudo ser la milla de oro de A Coruña, pero este barrio marinero no llegó a la meta. Pese a todo, esconde tesoros como el pazo Guyatt, la playa de As Xubias y A Toquera, que es ni más ni menos que el bar más antiguo de la ciudad y una parada obligatoria para tomar el aperitivo.
Pazo de Mariñán
Situado en Bergondo, su visita es perfecta una vez se han repuesto fuerzas con una tortilla de Betanzos. Sus orígenes se remontan al siglo XV y aparte de una tendencia al barroco que enamora, cuenta con unos jardines impresionantes de estilo versallesco que harán las delicias de los amantes de Instagram.