Alvaro Fernández: «No es posible acabar con los desvíos en Alvedro, pero sí reducirlos mucho»

Fernando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

CULLEREDO

Álvaro Fernández, en Alvedro
Álvaro Fernández, en Alvedro CESAR QUIAN

ES uno de los responsables de la plataforma Alvedro Vuela más Alto. Su pasión por los aviones le ha hecho, a sus 20 años, un experto en el aeropuerto

20 mar 2017 . Actualizado a las 17:49 h.

Con apenas 16 años ya manejaba una cuenta de Twitter que muchos tenían como fuente principal de información sobre Alvedro, que se adelantaba al Ayuntamiento en el anuncio de nuevas conexiones y que sigue siendo tomada como si fuera la oficial del aeropuerto. Ahora, con 20 años, Álvaro Fernández Gómez sigue pendiente de los intereses del aeropuerto como miembro de la plataforma Vuela Más Alto mientras estudia Administración de Empresas en la Universidade da Coruña: «Primero, la carrera. Después ya veremos si sale algo relacionado con aviones o aeropuertos», advierte este joven de ideas claras.

-Estará contento con los datos de Alvedro en estos primeros meses del año.

-Son unos datos curiosos. El aumento de pasajeros viene de la conexión con Barcelona, de que no hubo desvíos apenas. Respecto al año pasado, creo que fueron 4.000 pasajeros menos desviados. Y eso además repercute en Santiago, porque parte de la caída que han tenido se debe a que no se desviaron vuelos a Lavacolla.

-La cosa va bien, entonces. ¿Qué predicción hace para este ejercicio?

-Me preocupa Londres, que está bajando mucho. Al abrir Vueling su ruta a Londres desde Santiago se está haciendo competencia a sí misma. No tiene mucho sentido o, al menos, yo no se lo encuentro. En un principio pensamos que la bajada podría tener algo que ver el Brexit, pero qué va, en otros aeropuertos se mantienen las cifras de los vuelos a Londres o incluso suben. La tendencia comenzó a cambiar cuando abrió la ruta en Santiago. Pero sí, es un buen inicio de año. En cifras interanuales estamos casi en 1.080.000 pasajeros, así que no sería raro que llegásemos esta año a los 1,1 millones, tan solo teniendo en cuenta el crecimiento que nos da la ruta a Barcelona. Respecto a las otras rutas no creo que haya cambios muy significativos.

-¿Es posible acabar con los desvíos en Alvedro?

-Es posible reducirlos, quizás en dos terceras partes. Pero eliminarlos, no. Basándonos en los datos del año pasado, si hubiésemos tenido las ayudas necesarias en la cabecera 03 y AENA se hiciese cargo de los árboles que reducen la eficiencia del ILS, podríamos haber evitado la mayor parte de los desvíos que se producen por la entrada por esa cabecera y por baja visibilidad, que son la mayoría.

-¿Podría entonces aterrizarse en los días de niebla?

-Podría aterrizarse con menos visibilidad. Obviamente, hay días aquí que tienen una niebla con la que no aterrizarías en ningún aeropuerto del mundo.

-¿Tiene Galicia demasiados aeropuertos?

-No. Si te fijas en Andalucía o Cataluña, tienen un modelo muy semejante al nuestro, que es muy eficiente, y no es otro que estar donde está el público objetivo. Podría ser un modelo dual, quizá. Pero ya tenemos tres aeropuertos. Había que haberlo pensado antes.

-Ahora lo que habrá que hacer es coordinarlos, ¿no?

-Pero ahí surge siempre un problema de intereses cruzados. Como Administración no puedes obligar a una compañía a que deje de operar una ruta porque está complicando la operativa de otra. Son empresas privadas jugando en un libre mercado, y tienen todo su derecho a operar desde donde estimen conveniente. Lo que sí pueden hacerse son convenios que no estorben a otros aeropuertos. Pero siempre teniendo en cuenta que hay aerolíneas que están operando sin ninguna subvención, que no dependen de ninguna administración.

-¿Es partidario de que las administraciones subvencionen a las compañías aéreas? El Ayuntamiento de Vigo soltó cuatro millones el año pasado y el crecimiento fue espectacular.

-Depende de las rutas y del planteamiento del acuerdo. No veo lógico hacer convenios por un año. Tendría que ser algo a más largo plazo, e ir modificándolo según objetivos. Pero bueno, a Vigo le funcionó. Si te fijas en las ocupaciones de los vuelos, creo que les salió rentable. Los aviones van llenos, y eso refleja que se está dando respuesta a una demanda preexistente. Así que las subvenciones tienen que ir de la mano de una demanda. Después vendría lo complicado, ver que funciona por sí misma esa ruta e ir retirando las ayudas.

-¿De dónde le viene esta afición?

-Desde muy pequeño. Cuando tenía unos siete años ya les decía a mis padres los fines de semana que me llevasen a ver aviones. Me subían al aeropuerto, que antes se podían ver mejor los aviones desde dentro de la terminal. Y me quedaba alucinado viendo todos los aterrizajes y despegues. Y con le tiempo la cosa fue a más. Subía con mis amigos, sacábamos fotos... Y así empecé a tener contactos, a ahondar en el asunto, a tomármelo más en serio.

-Y creó una cuenta de Twitter que revolucionó la información aeroportuaria en la ciudad.

-De hecho mucha gente sigue tratando a esa cuenta como si fuera la oficial del aeropuerto. Ya en la biografía pone claramente que no es una cuenta oficial ni cuenta siempre con todos los datos oficiales. Pero sí que se da esa confusión. La cuenta recibe críticas o consultas y tenemos que aclarar constantemente que no somos AENA y que podemos ayudar e informar dentro de nuestras capacidades.

-¿De dónde sacaba toda esa información?

-De distintos contactos que tenía con gente de muchos aeropuertos y aerolíneas. Y después, Internet. A veces nos adelantamos a alguna primicia que iba a dar el Ayuntamiento, pero que nos la contaban antes a nosotros por otras vías. Solo con la intención de informar.

-Y termina formando la plataforma Vuela Más Alto.

-Somos gente a la que nos une nuestro interés por la defensa de Alvedro, y vimos que juntos podíamos hacer más fuerza. Fue la forma de institucionalizarlo, de darnos a conocer.