Los ciclistas ven en el carril bici una salida segura de la ciudad

Eduardo Eiroa Millares
E. EIroa A CORUÑA / LA VOZ

CULLEREDO

MARCOS MÍGUEZ

Las asociaciones celebran su construcción, aunque algunos lamentan que no haya una plataforma exclusiva para ellos

30 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Tanto la Federación Gallega de Ciclismo como los clubes y aficionados de la ciudad celebran la llegada del carril bici impulsado por la Diputación y diseñado por el Ayuntamiento. Estará listo en su primera fase en seis meses y enlazará la Marina con el paseo de O Burgo, en A Pasaxe.

En general, todos los consultados coinciden en que cualquier inversión para fomentar la bici es buena, aunque en algunos casos ponen algún pero al diseño del trazado coruñés.

Para Roberto Rilo, de la Asociación de Ciclistas Crunia, implicada en el fomento de la seguridad de los ciclistas y en la promoción de esa práctica en las ciudades, la implantación del carril responde a una vieja demanda. Lo que destaca del vial es el nuevo trazado que se hará desde la zona de Casablanca hasta A Pasaxe, porque será la primera vía segura para que los usuarios de las dos ruedas puedan salir de la ciudad a otros destinos. Hasta ahora tenían que hacerlo por Alfonso Molina o la Avenida da Pasaxe, con altos volúmenes de tráfico circulando a elevadas velocidades en los dos casos. «Será la primera vía segura para que los ciclistas puedan salir de la ciudad», apunta.

En cuanto a la existencia de tramos compartidos -As Xubias- con los coches, no ve inconveniente si se limita la velocidad a 30.

Sobre ese aspecto se muestra más crítico Jaime Timiraos, de la Peña Ciclista Quintena. «Debería haber un trazado exclusivo, si coexisten, los peatones van a utilizarlo y se generarán conflictos», dice. Celebra el nuevo carril, pero cree que no resuelve los problemas para quienes practican el ciclismo como deporte y pide carreteras con espacios reservados.

Para Juan Carlos Muñiz, presidente de la Federación Gallega de Ciclismo, la iniciativa es muy positiva y no ve problemas de coexistencia si hay respeto mutuo entre peatones, conductores y usuarios de la bicicleta. «Estamos a favor de todo el que cuente con la bici como medio de transporte saludable y no contaminante», dice.

Compartir plataforma, para Igor Galindo, de Igaro Bikes, no es buena idea: «No da buen resultado» porque, dice, el coche cree que va por una carretera y el ciclista, por un carril bici, y cada uno se confía y puede no tener en cuenta al otro.

El riesgo de la doble fila y los problemas de compartir acera

«Una acera no es para bicis», dice Jaime Timiraos. Cree que cada uno debe ir por su carril y que los espacios compartidos tienen problemas -los habrá en A Coruña-, aunque se pinte el suelo de distinto color. En los carriles bici de ese tipo los ciclistas, cuenta, suelen cruzarse con niños patinando o padres con carritos de bebé. «Si lo que quieres es hacer una salida, no sirve», apunta. Sí vale para pasear.

Galindo, por su parte, alerta de la necesidad de que el carril ofrezca un servicio -para ir a la universidad, a trabajar...- porque si no se corre el riesgo de crear una infraestructura solo para el ocio que atraerá a pocos usuarios, y pone como ejemplo la segunda fase prevista del carril ahora aprobado, la que unirá O Portiño con Barrañán. «Me gusta menos», dice. Cree también que existe la posibilidad, si no se ponen bolardos o elementos altos, de que el carril bici acabe por el centro convertido en aparcamiento temporal de quienes frecuentan la doble fila.

Sobre ese mismo problema Roberto Rilo pone como ejemplo lo que sucede en el carril bici de la universidad: allí es habitual que en su breve recorrido haya varios coches obstruyéndolo.

Por su parte, Juan Carlos Muñiz ve escasos problemas y pone como ejemplo lo que ya se hace en Pontevedra, con vías donde conviven todos los vehículos. «El ciclista debe respetar al peatón, que es el más débil, y el conductor, al ciclista», resume su filosofía de convivencia.