Setenta vecinos piden seguir en el viejo centro de Acea de Ama para mantener al médico «de siempre»
21 oct 2022 . Actualizado a las 10:11 h.Multiplicar por dos el número de ambulatorios no significa multiplicar por dos el número de médicos. Ese fue el debate ayer en las largas colas que se formaron en el centro de salud de Acea de Ama, a donde muchos usuarios ya no volverán por ocupar plaza en el nuevo de O Portádego. Este abrió ayer sus puertas -también con colas- en medio de una batalla dialéctica entre Concello de Culleredo y Xunta (gobernados por partidos antagónicos) por la supuesta falta de personal para el recién estrenado centro de salud.
Carmen Raña continuará en Acea de Ama. Esta vecina de Vilaboa se ha quedado sin su médica de toda la vida, la doctora Tovar, desde ayer con consulta en el nuevo edificio. Y a otros, en cambio, les han asignado O Portádego como nuevo centro de salud. Algunos se resisten, como el matrimonio formado por Demetrio Sanmartín y Josefa Cortés. «O edificio é noviño pero eu vou vello igual», dice él con retranca. Ayer tocó analítica en el nuevo ambulatorio, pero ya avanzan que no, que quieren volver al otro, que Acea de Ama les queda mucho más cerca. En total, unas setenta personas ya han dado la contraorden de seguir en el viejo ambulatorio.
La cercanía es el mismo argumento para que Isabel Doce y María Lago acepten encantadas la nueva sede sanitaria. «Es que vivimos aquí al lado, desde aquí se ven nuestras casas», coinciden. Javier Somozas también aplaude la apertura de O Portádego. Él no es usuario pero considera que se puede beneficiar de manera importante con la afluencia de gente pasando por estas puertas del ambulatorio. Vende el cupón de la ONCE. «Con las analíticas me compran hasta quince cupones en una hora».
El gerente del Chuac, Luis Verde, visitó al mediodía las nuevas instalaciones. «Son unas instalaciones con proyección de futuro, preparadas para absorber el posible crecimiento de población, y por eso también se ha incluido una matrona, es una zona de población joven», indicó el gerente, quien insistió en que el principal criterio es «la libre voluntad del paciente». «En función de sus necesidades adecuaremos a los profesionales», añade.