Los jóvenes aprenden a controlar el coche en situaciones adversas

JUAN TORREIRO CULLEREDO / LA VOZ

CULLEREDO

O Burgo acoge hasta hoy un curso de conducción segura

28 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera jornada del curso de conducción segura para jóvenes de hasta 35 años se desarrolló ayer en el espacio multiusos del paseo marítimo de O Burgo. Se trata de la décima edición de esta iniciativa pionera en la comarca, organizada por la concejalía de Xuventude de Culleredo, en colaboración con la autoescuela San Martín, con la que tiene un convenio que permite ofrecer esta propuesta de forma gratuita.

«No se trata de una escuela de pilotos», comenta la técnica municipal Ana Oteruelo. «La idea es que los jóvenes aprendan a conducir en condiciones desfavorables, dentro de la normativa de Tráfico, como por ejemplo con el firme resbaladizo por agua, hielo o nieve, así como a realizar distintos tipos de eslalon entre una serie de conos estratégicamente colocados y a diferentes velocidades para aprender a no cruzar las manos en el volante en situaciones adversas».

Los jóvenes se enfrentaron a una serie de pruebas aparentemente sencillas, pero en casi todas los casos dejaban perplejos a los conductores, siempre ante la atenta mirada y supervisión del monitor de la autoescuela San Martín, que iba corrigiendo a los practicantes.

Pautas

Según el monitor, con estas pruebas «tratamos de dar una serie de pautas a seguir en casos de condiciones complicadas». El instructor hizo hincapié en qué se debe hacer, o mejor, en qué no se debe hacer en situaciones de aquaplaning, o patinaje y bloqueo de ruedas (no clavar el freno, por ejemplo), reparando en el uso del ABS, sistema fundamental ante muchas condiciones peligrosas.

Una de las pruebas más llamativas fue la conducción bajo los supuestos efectos del alcohol y drogas. La simulación se logra gracias a unas grandes gafas desenfocadas, con las que aparentemente puedes ver y distinguir, pero el resultado era que muchos conductores se tragaban un cono tras otro. La prueba echa por tierra el mito de que se puede conducir con un par de copas: «El problema no está tanto en la visión más o menos clara, sino en calcular bien las distancias para tomar decisiones en segundos, como frenar o girar de forma brusca», aseguró el monitor atrayendo la atención de los conductores.