«Nos apañamos», dicen los médicos que están solos en el centro de salud

Caterina Devesa A CORUÑA / LA VOZ

IRIXOA

MARCOS MÍGUEZ

Coirós, Irixoa, Vilasantar y Vilarmaior cuentan con un único facultativo en todo el municipio, mientras que Aranga suma dos, uno por cada ambulatorio

03 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En los centros de salud coruñeses, si un médico se pone enfermo o por cualquier otro motivo no puede acudir a trabajar, sus compañeros se reparten su agenda del día para prestar atención a los pacientes, pero ¿qué ocurre cuando en el ambulatorio solo hay un facultativo? Pues que, como denunciaron varias vecinas de Aranga en este diario, la población sufre contratiempos.

En el municipio arangués hay dos centros de atención primaria, con un médico, una enfermera y un telefonista cada uno, pero en cinco concellos del área metropolitana solo existe un complejo sanitario con un único facultativo para atender a la población. Así, el día a día de los sanitarios de Coirós, Irixoa, Vilasantar, Vilarmaior y Aranga es de todo menos aburrido. «Nos apañamos. El problema principal es que la población en las zonas rurales es muy dispersa, entonces si tienes que salir para ir a una vivienda de un paciente porque por problemas de movilidad este no puede ir hasta la consulta, pierdes ya mucho tiempo. A lo mejor tienes que moverte ocho kilómetros en una dirección y, luego, otros ocho desde el centro de salud, pero en dirección contraria», relata Jesús Blanco Montes, médico de Irixoa.

Blanco lleva 15 años trabajando en ese complejo. «Ya me conozco a todos los pacientes y su historial sin necesidad de consulta. También a sus familiares. Es fundamental porque los más vulnerables son los mayores que viven solos». Porque principalmente atiende a personas de avanzada edad. «Más del 60 % son mayores de 65 años, es decir, están jubilados. De esos, muchos tienen ya 80 o 90 años», relata. Por ello, la actividad en el centro es intensa. «Son personas con enfermedades crónicas, por tanto, acuden a menudo al médico». En este sentido, señala la labor de la enfermera, que atiende a muchos para ponerles el tratamiento. «Esa sanitaria también acude a muchos domicilios. Nos pusieron un taxi para los traslados en la pandemia y conservamos ese servicio», señala Blanco. Entre los quehaceres del día a día está la atención «de problemas comunes, cardíacos, diabetes, hipertensión, pulmonares, renales... Son patologías habituales, pero se concentran más por el tipo de población. Hay poca gente joven y además, estos vienen al médico muy de vez en cuando». Cuando el doctor coge vacaciones «mandan a otro, porque, si no, más de mil personas quedarían desatendidas».

Población envejecida

En Vilasantar, el único médico es Marcos Álvarez, ya que la población de ese municipio debe acudir para las citas de pediatría a Teixeiro. Al igual que su colega de Irixoa, destaca el esfuerzo que suponen los traslados: «La población es mayor y los desplazamientos son importantes».

«Si yo no puedo ir a trabajar, los pacientes tienen que desplazarse ocho kilómetros»

Olga Quintela es la médica titular del centro de salud de A Castellana, en Aranga. «Trabajan conmigo un enfermero y la persona encargada de las citas, somos solo tres personas», indica la doctora, que lamenta que cuando ella no puede acudir a trabajar, sus pacientes deban moverse hasta el otro complejo sanitario del municipio. «Si me pongo enferma o tengo que hacer alguna gestión, mis pacientes tienen que desplazarse ocho kilómetros en coche hasta el otro ambulatorio del concello», indica. Además, en ocasiones puede ocurrir que el resto del personal tampoco esté. «Por ejemplo, la enfermera del otro centro, Muniferral, está de baja por enfermedad y el viernes yo no pude ir a trabajar. Por tanto, solo estaban el enfermero de mi ambulatorio y el médico del otro complejo sanitario para atender a toda la población de Aranga». El ayuntamiento cuenta en la actualidad con una población de más de 1.800 habitantes.

Ante la situación, vecinas del municipio comenzaron el pasado mes una recogida de firmas para mostrar su malestar a la Consellería de Sanidade. Alegan que durante las vacaciones de los médicos el Sergas no envió sustitutos lo que los obligó a moverse en coche hasta el otro ambulatorio y, en ocasiones, a quedar desatendidas, puesto que si el médico tenía que acudir a un domicilio, algo habitual en estos ambulatorios, no les quedaba otra que esperar a que regresase. Desde el Sergas manifiestan que «ante la ausencia de un facultativo, ya sea por motivos personales o por vacaciones y, ante la escasez de médicos en el mercado laboral para cubrir bajas puntuales, la actividad en el área sanitaria de A Coruña se ha organizado de tal modo que los puntos asistenciales estén operativos centralizando la atención y manteniendo el servicio, sin repercutir en su calidad».

Desplazamientos a diario

Precisamente, el tener que desplazarse para atender a la población con problemas de movilidad es lo que conlleva que las agendas de los profesionales de las zonas rurales se resientan. «Son municipios en los que la mayor parte de los vecinos son mayores, eso supone que tengan problemas de salud frecuentes y que necesiten ser atendidos a diario. Además, debido a la edad, muchos sufren limitaciones físicas y el ir a visitarlos a casa conlleva tiempo por los desplazamientos». Los médicos y las enfermeras acuden a diario a domicilios», explica Marcos Álvarez, médico del centro de salud de Irixoa. Álvarez lleva seis años trabajando en ese ambulatorio y, aunque señala que un solo facultativo es suficiente para atender a los cerca de 1.200 pacientes que tiene, deja claro que «trabajo no falta». «No hay una demanda muy alta, lo que ocurre es que se precisa una atención continua debido al tipo de población. Quizá, en otros centros de salud en los que también hay un solo médico si sería necesario un apoyo».

En su caso, también destaca la importante labor de las enfermeras. «Su carga de trabajo es alta, ya que se encargan de los controles de Sintrom, de realizar análisis de sangre y mantener el seguimiento de los tratamientos de los enfermos», señala.