Miño acudirá a un fondo estatal de 6 millones para pagar parte del caso Fadesa

Toni Silva MIÑO / LA VOZ

MIÑO

El alcalde anunció que se estudiarán nuevas medidas para conseguir el resto de la deuda con los expropiados

31 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El pleno de la corporación de Miño aprobó ayer por unanimidad la adhesión del Concello a un fondo de cohesión que permitirá abonar seis millones a los expropiados de Fadesa. Se trata de un Fondo de Impulso Económico regulado por un real decreto del 2014 y al que se pueden adherir los ayuntamientos que tengan que hacer frente a un pago por sentencias firmes. Así, Miño solicitará una ayuda de seis millones de euros como adelanto a los expropiados de Fadesa (la deuda total supera los 21 millones). De una forma muy didáctica y detallada, el interventor explicó a los vecinos que abarrotaron el salón de plenos el porqué de la petición de seis millones y qué sacrificios supondrá al Ayuntamiento para devolver la ayuda en los próximos diez años. «En los años que llevo en mi profesión es el informe más importante y difícil que he elaborado -señaló el funcionario-; por un lado está el derecho a cobrar de los expropiados, pero también tenemos que afinar para que la deuda repercuta lo menos posible a los vecinos de Miño». Entre las medidas y ajustes, el interventor, que descartó como idóneo la posibilidad de subir las tasas impositivas para recaudar más, recordó que era el momento para eliminar la duplicidad de administraciones y pasar a la Xunta la gestión de algunos servicios (escuela de educación infantil, limpieza de colegios...) que está asumiendo el Concello.

El PSOE recordó que la deuda es mucho mayor y pidió información de cómo se afrontará el resto de la cantidad. El alcalde, vituperado en varias ocasiones por el público, aludió a los avales, que podrían equivaler a tres millones de euros, «más la eliminación de gastos superfluos».

Por su parte, el portavoz del PP, Jesús Veiga, aseguró que la adhesión al fondo «va a dar estabilidad al Concello». Recordó que Miño está «sin gobierno», y su frase fue interrumpida por el público, que acusó a Veiga de la circunstancia que él mismo denunciaba.