La subasta de casas en Costa Miño, un revulsivo para mejorar la urbanización

Dolores Vázquez MIÑO / LA VOZ

MIÑO

Dolores Vázquez

El Concello se plantea revisar el plan general para ampliar los servicios

14 mar 2017 . Actualizado a las 07:57 h.

«Yo compré el mío por 270.000 euros, yo creo que a 106.000 no se va a vender ninguno», explica un vecino de la VP8, la promoción de Costa Miño donde se subastan los 20 pareados de Fadesa, aventurando que serán adquiridos por encima del precio base. El anuncio de esta venta atrajo a numerosos ojeadores durante el pasado fin de semana. Pese a que los doce vecinos con que cuenta esa promoción han pagado más, aquí no juega la envidia y reconocen que quieren más residentes para la zona. Quizás es por ello por lo que alaban las calidades de las casas que salen a subasta, que ahora, tal como se plantea la puja, se tienen que comprar a ciegas. La vista desde la puerta de entrada de los pareados, al ser acristalada, permite ver el acceso a una casa que cuenta con dos plazas de garaje, un salón, cocina y cuarto de baño en la planta baja, y que en la superior se distribuye en dos habitaciones, un baño y otra habitación con vestidor y baño.

«Las calidades son de lujo», explican los vecinos, porque Costa Miño se planteaba como una urbanización de segundas residencias, una ciudad de vacaciones cuyo sueño truncó la liquidación de la constructora. El hecho de que algún pareado tenga abierta la puerta a la zona verde ha permitido ver a los futuros pujadores la chimenea del salón y que tienen la cocina equipada. Eso sí, el atractivo de las viviendas no solo es para los compradores y una de ellas aún conserva los precintos de la Policía Local porque unos ladrones entraron hace un año y se llevaron los electrodomésticos.

Los vecinos se muestran contentos con esta operación porque se crea comunidad y con ella auguran la llegada de más servicios. De esa opinión es Sonia Pérez, que lleva ya más de dos años en Costa Miño, en una vivienda que compró por 140.000 euros, una inversión con la que se muestra satisfecha. El hecho de que no haya comercios en la urbanización le obliga a hacer la compra en Miño o en Pontedeume, pero dice que ya estaba acostumbrada a coger el coche para la intendencia. Optimista, cree que el resto de servicios «llegará» y aunque reconoce que falta mantenimiento, lo justifica porque «el Concello está moi achuchado».

Costa Miño no dispone de zona comercial, la única cafetería está ligada al campo de golf y ha estado cerrada unos días debido a los problemas de la empresa que lo gestionó los últimos cinco años, pero está previsto que se reabra el día 20. Domingo Calvo, presidente de la asociación vecinal Costa Miño, también se muestra contento con la venta, pero cree que el número de vecinos de esta urbanización justifica una inversión comprometida que no acaba de concretarse. «O Concello debe cumprir o prometido, en mantemento, limpeza e seguridade vial», estima. El alcalde, Ricardo Sánchez, reconocía ayer que la señalización vial va con retraso y que es necesario recordar los límites de velocidad, y anunciaba que van «hacer una revisión del PXOM, para ver si permite ordenar los servicios en Costa Miño», para abrir negocios más allá del área comercial prevista y para la que no hay ofertas.

El Concello usará los avales para hacerse con una gran zona verde

El alcalde asegura que proyectan acabar «lo pendiente» en Costa Miño, con los avales de la urbanización, unos 450.000 euros que destinarán a abrir una calle en una zona con viviendas sin acabar y a hacerse con una gran extensión de zona verde que queda a la derecha en la entrada de esta macrourbanización, por donde pasa la vía férrea y el río Xarío. Allí se proyecta recuperar un molino, senderos y montar una zona de descanso. «En mayo o junio podría estar contratado, pero estamos a la espera de un expediente de un transformador de Fenosa», puntualiza el regidor.