Recuerdos de otras épocas y de otros comicios recientes en un día en que la política fue todo

M.C. / N.P. A CORUÑA / LA VOZ

OLEIROS

PACO RODRÍGUEZ

26 sep 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

Ayer todo fue política por más que la ceremonia de votar se replegara al interior de los colegios electorales en una jornada cálida y luminosa que invitó a otros menesteres igual de festivos. «Los que vienen a votar religiosamente y los que lo celebran son los mayores, los de 80 años para arriba. Ellos recuerdan muy bien cuando no se podía votar. Para el resto, cada vez más, esto es un trámite», comentaba no sin ironía una mujer a primera hora de la tarde en la Casa del Mar. La sobredosis electoral de los últimos meses hizo su aparición, cómo no, y en este colegio la confusión llevó a un par de votantes a rescatar de los cajones las papeletas deslucidas del pasado 26 de junio. Voto nulo.

Gente el centro civico de San Diego - ambiente colegios electorales en las elecciones a la Xunta de Galicia
Gente el centro civico de San Diego - ambiente colegios electorales en las elecciones a la Xunta de Galicia PACO RODRÍGUEZ

Jugaba el Deportivo y la ciudad se acomodaba en sobremesas y barras de bar. A la hora del aperitivo en María Pita la interventora de En Marea se extrañaba de la baja participación -«la salida de misa es importante en esta mesa y por aquí no vino nadie...»- mientras fuera la plaza bullía entre el ajetreo del rodaje de una serie coreana y una exhibición de coches de bomberos rodeada de niños rogando ponerse al volante. Entre unos y otros, una señora de 80 para arriba regalaba a dos amigas una lección de política internacional: «De Corea del Norte esta gente no puede ser porque allí no les dejan salir del país y los que salen no pueden volver a entrar aunque quieran». «Como aquí antes -le replicaron-, como aquí». Era la fiesta de la memoria. Unos metros y diez minutos más adelante, en el Campo da Leña, un grupo de vecinos y paseantes bailaban ritmos espontáneos alentados por Borja Fernández y Maca de los Pinos en pleno programa expandido del ciclo TRC Danza del Teatro Rosalía.

Teorías de terraza

En las afueras la fiesta de la democracia transcurrió con idéntica biodiversidad. Carral congregó a cientos de personas desde primera hora de la mañana y la fila de coches era tan solo la primera prueba de las elecciones. En los bares la gente se arremolinaba en las terrazas, muchos teorizando sobre el futuro de Galicia, mientras otros -de nuevo la memoria- recurrían a temas que, como las fuentes, habría que remontar. En el colegio electoral, un tropel de votantes esperaban su turno. «A ver si hay un cambio de una vez, que necesitamos que venga algo mejor», comentaba uno. Porque, posiciones políticas a un lado, el resto de los que allí se congregaban coincidían en proclamar vencedor a Alberto Núñez Feijoo.

En otros municipios, como Oleiros, el 25-S dejó como curiosidad picos clarísimos de participación: ocurrieron a la una y a las ocho de la tarde. Sobre las siete y media, el vecino José Cortiñas se acercó al colegio A Rabadeira acompañado por sus dos hijos. A diferencia de otros, tenía claro a qué partido votar: «Nunca lo dudé, voté al mismo que en las generales». Y advirtió al tiempo un cambio sustancial: «La gente es ahora más pasota que hace cuatro años». Fue una idea recurrente. En O Burgo, en el Museo dos Muíños, otro votante, Rubén López, abundó en la idea: «Creo que vienen sin ilusión y sin ganas. Además, muchos votan a Feijoo porque creen que puede darles estabilidad, y porque prefieren no votar por la izquierda», explica.

«La gente es ahora más pasota que hace cuatro años», afirma un vecino