Perillo será la zona cero de la obras de ampliación del puente

Elena Silveira
Elena Silveira OLEIROS / LA VOZ

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Elena Silveira

El proyecto afectará a uno de los dos bloques de oficinas y habrá que reorganizar el tráfico en la entrada a Santa Cristina

10 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de muchos anuncios fallidos y una licitación malograda, la ampliación del puente de A Pasaxe va tomando forma. El Ministerio de Fomento calcula que la obra costará 24,5 millones de euros, aunque a esa cifra también habrá que sumarle el importe de las expropiaciones. En principio, y según el anteproyecto realizado, no habrá que expropiar gran cantidad de superficie aunque sí se verán afectados varios negocios situados en las inmediaciones del puente. De hecho, la demolición del edificio de Copigal, en el término municipal de Oleiros, supondrá el traslado de al menos dos negocios: H & C Sofás y la propia Copigal.

Julio Picallo, gerente de esta última firma, confirma que, por el momento, no han tenido ningún tipo de comunicado o contacto con la Administración sobre si les afectará o no la futura ampliación del puente. Dice que, no obstante, ya están «moviendo los hilos» para buscar locales alternativos. «Hasta que tengamos una confirmación oficial no nos vamos a mover, está claro. Pero sí estamos mirando». Dice también que no van a encontrar nada similar al edificio actual. «Es muy cómodo para nosotros y es imposible una ubicación que supere a esta. Es que el valor publicitario de este edificio es incalculable», explica Picallo. De hecho, calculando que el número medio de vehículos que cada día pasan por el puente de A Pasaxe es de 90.000, este «escaparate» comercial lo ven una media de 300.000 personas al día (teniendo en cuenta que viajan dos personas por vehículo más las que se desplazan en transporte colectivo o cruzan a pie). «Es que ves el local desde muy lejos y durante mucho tiempo y eso a nivel publicitario no tiene precio. Esperemos que en las expropiaciones tengan en cuenta el valor comercial que tiene este edificio», indicó Picallo. La propietaria de este local, que prefiere no dar su nombre, confirmó que con la operación «perderemos mucho dinero; posiblemente ni nos pagarán una cuarta parte de lo que nosotros abonamos por él. Desde luego, nadie gana dinero con las expropiaciones y, en nuestro caso, mover una empresa como Copigal será difícil», indicó.

«Tarde o temprano va a pasar»

El gerente de H & C Sofás, Rubén Portela, confirmó que se van enterando de las novedades sobre el proyecto de ampliación de A Pasaxe, a través de la prensa y que cuenta con que le «echen» de allí en el 2019. «Tarde o temprano va a pasar y ya estamos mirando locales por la zona, pero no hay muchos de 400 o 600 metros cuadrados que se adecúen a lo que necesitamos». Explica que los que están situados entre el puente y el Sol y Mar dejarán de ser atractivos en cuanto se haga el paso soterrado de la N-VI en ese punto de Perillo. «Porque disminuirá el tráfico en superficie y nadie vería la tienda». Y los situados en la milla de oro de los concesionarios, pasado el cruce del Sol y Mar, «son muy grandes e inaccesibles para nosotros por el precio».

Cinco locales, cinco propietarios

El inmueble de Copigal está conformado, en realidad, por dos bloques de edificios con cinco locales comerciales, de los que actualmente solo uno está vacío. El bloque A, el que tiene forma de medialuna, es el que habrá que demoler para la ampliación del puente. El bloque B está anexo y dispone de tres locales comerciales. El propietario de uno de ellos es el arquitecto Marcial Mosquera, quien confirma que podría demolerse uno sin que afectase al otro: «El aparcamiento subterráneo, que tiene tres plantas, es común, pero hay una junta estructural entre ambos bloques por lo que a la hora de demoler, en principio, no afectaría a uno la desaparición del otro». Sí afectaría, en cambio, al funcionamiento de las tres plantas sótano, ya que habría que habilitar en el bloque B un nuevo acceso a los garajes. Mosquera calcula que el proceso administrativo antes del inicio de las obras podría alargarse en el tiempo, y más si alguno de los propietarios no está de acuerdo con la expropiación y se producen contradicciones periciales. ¿La ampliación terminará con los atascos en el tráfico? El arquitecto cree que sí, «siempre y cuando haya una continuidad, una solución en el tramo de desahogo final del puente».

Reordenación del tráfico

En este sentido, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, indicó ayer en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, que presenta Pablo Portabales, que la ampliación de A Pasaxe incluirá una regulación y reordenación del tráfico tanto en Santa Cristina como en Perillo.

Aseguró que ahora urge más que nunca el soterramiento de la N-VI en el cruce del Sol y Mar y recordó que se hicieron varios proyectos y que la ejecución del último sigue pendiente de adjudicar. En este sentido se mostró satisfecho por los avances realizados aunque puntualizó: «Obras son amores, pero hai que facelas».

En principio, y a expensas de la redacción final del proyecto, la ampliación del puente afectará al tramo inicial de la avenida Che Guevara. Además de la demolición del edificio de Copigal, la nueva incorporación al puente desde Santa Cristina obligará a ocupar parte de los terrenos de la casa indiana situada justo al lado, la parada de taxis y la zona verde situada frente al Banco Pastor y CaixaBank. El presidente de los taxistas de Oleiros, Rubén Pardo, dice que no saben dónde reubicarán la parada; lo más probable es que sea donde estuvieron cuando se hizo el paso elevado: frente a la cafetería Hortensia, en la entrada a Santa Cristina. «Será traumático, pero las obras hay que hacerlas», indicó.