¿Gatillazo en la fábrica de armas?

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

OLEIROS

CESAR QUIAN

El paso del tiempo amplía las dudas sobre la viabilidad de un proyecto que busca inversores

16 jul 2017 . Actualizado a las 23:16 h.

«Los empleados de la fábrica de armas, sin pretenderlo, son más conocidos por sus movilizaciones y actos reivindicativos en defensa de la supervivencia de su factoría que por su trabajo diario en la planta de Palavea». Este texto podría ser de ayer, pero tiene 15 años y era el inicio de una información en este diario en la que se detallaba cómo se elaboraban piezas que acababan en Trubia, Sevilla y Estados Unidos o completaban armas como el fusil HK G-36, que entonces era el único producto que salía listo para ser utilizado por el Ejército español. Desde hace más de dos décadas las temporadas de tranquilidad en una fábrica que acaba de cumplir 80 años han sido pocas. El último sobresalto dura ya cuatro años y medio.

Actividad

Nueva licencia para elaborar armas. Hércules de Armamento es la concesionaria de las instalaciones, de los 127.000 metros cuadrados donde están las construcciones, porque toda la parcela, propiedad del Ministerio de Defensa, tiene 267.000. La empresa recibió hace poco autorización para volver a fabricar armas. Le había sido retirada después de que en la medianoche del 24 de noviembre de 2015 Segur Ibérica abandonara la vigilancia por impago; la deuda se acercaba al medio millón de euros. Sin vigilancia armada en el recinto no pueden fabricar armas. Hasta ahora, aseguran empleados actuales, han estado haciendo trabajos de mecanizado de tipo civil. El 30 de noviembre del 2015 el director de la fábrica, Ramón Mejuto, reconocía que de los 155 trabajadores que debía haber, solo 45 estaban contratados a tiempo completo. Ahora, a la salida del centro tras la jornada laboral no llegan a veinte los que abandonan las instalaciones.

Ministerio de Defensa

«La adjudicación se ha ajustado a la legalidad». El Ministerio de Defensa solo se ha pronunciado sobre la fábrica de armas de A Coruña en dos ocasiones: el 10 de octubre del 2014 para dar cuenta del resultado del concurso de adjudicación de las instalaciones [83,53 puntos para Hércules de Armamento y 75,13 para IFFE, el grupo de Oleiros] y un mes más tarde para defender que «la adjudicación se ha ajustado a la legalidad vigente» y certificar «que la oferta presentada por Hércules de Armamento ha cumplido con la documentación, plazos y requisitos establecidos en el concurso». La última reunión de la comisión de seguimiento de la concesión entre el Ministerio de Defensa y la empresa tuvo lugar a finales de junio y, según un portavoz de los trabajadores de la concesionaria, «todo fue normal». Desde Hércules llevan más de un año diciendo que están a la espera de un inversor, que no acaba de llegar.

Movilizaciones

Del grupo de los 61 a todos concentrándose. El grupo de los 61 trabajadores de UGT abandonaron, en marzo del 2014, varios meses de encierro en la fábrica tras recibir la promesa de que Defensa sacaría a concurso la actividad de la misma. El fallo no fue el que esperaban, ya que apostaban por el grupo IFFE. Desde entonces han denunciado irregularidades en la concesión ante diversos estamentos y llevan dos años concentrándose cada viernes ante la Delegación del Gobierno. Por su parte, los trabajadores de Hércules de Armamento llevan más de un año también con concentraciones, las últimas ante las dependencias de la Xunta, pidiendo apoyo para un plan con dudas sobre su futuro. ¿Será un gatillazo en la fábrica de armas?