El museo de Seoane se despereza

maría ballesteros SADA / LA VOZ

SADA

CESAR QUIAN

Tras la salida de Sargadelos del concurso de acreedores, la colección de arte gallego de O Castro reabrirá a diario

14 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Museo Carlos Maside, que salvaguarda en el complejo de Cerámicas do Castro (Sada) parte del legado de la plástica gallega contemporánea, nunca ha estado cerrado, según insisten desde el grupo Sargadelos, pero los años oscuros de la empresa industrial y cultural de Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane, de los que acaba de emerger tras la salida del concurso de acreedores, lo mantenían en un semiletargo del que está a punto de despertar.

El edificio hexagonal que proyectó Andrés Fernández Albalat recibe en la actualidad visitas escolares casi a diario y ha estado abierto en verano; además, los fondos expuestos -en torno a un tercio del total de obras- pueden verse en citas concertadas, pero los tornos de entrada y salida llevan años sin girar a ritmo regular. Antes las puertas estaban abiertas mañana y tarde y dos personas trabajaban en un centro de arte que fue el empeño cumplido de Luis Seoane.

Sin llegar a recuperar los horarios de antes, los gestores de O Castro pretenden que el centro, memoria artística y también histórica de la generación de artistas de los años treinta que quedó truncada por la Guerra Civil, planean que el museo vuelva a abrir al público a diario, en horario de tarde, y lo haga también durante los fines de semana: mañana y tarde los sábados y solo por la mañana los domingos. Las visitas de los escolares procedentes de centros de toda la provincia, que incluyen un taller en la Escola de Cerámica de O Castro y un recorrido por la factoría, seguirán llenando las mañanas de los días laborables.

La colección de Sargadelos, que se inició con donaciones particulares de Díaz Pardo y Seoane, atesora hoy centenares de obras de las figuras más destacadas del arte contemporáneo gallego, como Urbano Lugrís, Manuel Colmeiro, Maruja Mallo, Laxeiro, Arturo Souto, Eugenio Granell, Mercedes Ruibal, Acisclo Manzano o Francisco Leiro, que recibe al visitante con una escultura de gran formato en el vestíbulo, junto a dos lienzos de Souto.

Espacio destacado tienen también en la planta baja Castelao, del que se exponen, entre otras muchas obras, las máscaras de Os vellos non deben de namorarse y carteles en favor del Estatuto de Autonomía, y Carlos Maside, quien da nombre al museo y que contribuyó de forma definitiva a la renovación del arte contemporáneo gallego.

El museo es pieza fundamental de un complejo que el Concello de Sada quiere que se convierta cuanto antes en Bien de Interés Cultural (BIC), como ya lo es la factoría de Sargadelos en Cervo. Esta misma semana, el alcalde, Benito Portela, reiteró su petición ante la Dirección Xeral de Patrimonio que, según el Concello de Sada, mostró su disposición de seguir la tramitación del expediente para que la declaración por fin se concrete.