«No elijo una película por el género, sino por la historia que cuenta»

maría estévez LOS ÁNGELES / COLPISA

CULTURA

Stephen Lovekin

La actriz estrena «Ricki», filme en el que encarna a una roquera

27 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Meryl Streep es una actriz que disfruta de una segunda vida en el cine como interprete de musicales. En el pasado cantó en películas como Postales desde el filo o Tallo de hierro, triunfó en el 2008 con el musical Mamma Mia, dio una lección de agilidad vocal en Into the Woods y ahora regresa como roquera en Ricki. La cinta, dirigida por Jonathan Demme, muestra a una Streep capaz de cantar y tocar la guitarra al más puro estilo Keith Richards.

A sus 65 años Streep juega en una liga propia, única. Es una verdadera leyenda de Hollywood reconocida por interpretar a grandes mujeres y por su maestría para los acentos. Ella se adapta a los gustos de las generaciones manteniendo su rúbrica en cada papel. En Ricki se mete en la piel de un personaje que probablemente es lo más opuesto a ella en la vida real, pero eso no representó un obstáculo a la hora de convertirse en la cantante Ricki Rendazzo. «Eso es actuar. Eso es lo que nos gusta. Esa aventura de meterme en los zapatos de una persona diferente a mí es lo que alimenta mi apetito como artista», afirma.

-¿Ha estado interpretando muchos musicales últimamente?

-Ricki ha sido una experiencia sumamente divertida de rodar. Disfruté teniendo la oportunidad de trabajar con quien ha sido otras veces mi marido en el cine, Kevin Kline, y con mi hija. No elijo una película por el genero al que pertenece, sino por la historia que cuenta.

-¿Aprendió a tocar la guitarra para poder interpretar el personaje al que da vida en la cinta?

-Ricki es una roquera de la vieja escuela que canta en bares canciones conocidas. Tenía que representar su pasión con honestidad, por lo que pasé seis meses perfeccionando mi técnica como guitarrista. Fue algo increíble aprender a tocar temas de Bruce Springsteen y Tom Petty.

-¿Cómo llevó el tener que trabajar en «Ricki» junto a Mamie, una de sus dos hijas?

-Ha sido una gran experiencia para mí. Me siento muy orgullosa de Mamie y de Grace, porque han elegido seguir los pasos de su madre. Esta es una profesión donde la presión y la atención exigen mucho, especialmente si eres hija de Meryl Streep. Pero son mujeres determinadas, de fuerte personalidad, que quieren disfrutar de lo que esta carrera pueda ofrecerles. Yo lo que deseo es su felicidad, les apoyo en su decisión consciente que siempre tendrán que enfrentar un peso añadido.

-¿Se refiere a que tanto el público, como la crítica y el sector las compararán con usted?

-Sí. [Asiente con resignación]

-¿Qué fue lo que le resultó tan atractivo de este personaje?

-Ricki Rendazzo es una madre guitarrista que abandonó a sus tres hijos para perseguir sus sueños. Lo mejor de este guion son los agujeros que presenta. No es una historia que da detalles, hay muchos misterios, cosas que uno no entiende, como la vida.

-¿A qué cree que se debe el renacimiento de su carrera en la ultima década?

-Uy [ríe], no lo sé y no lo cuestiono. Sinceramente, creo que es la libertad de la que ahora disfruto. Antes mis hijos eran pequeños y me necesitaban, ahora tengo tiempo para dedicarme a trabajar.

-Meryl Streep es de las pocas artistas de Hollywood que mantiene un matrimonio estable, apartado del publico.

-Don [Gummer] y yo somos la extraña pareja perfecta. Él es un hombre de pocas palabras y yo no dejo de hablar. Siempre escucha pacientemente lo que tengo que decir, me ama como soy, ansiosa e hiperactiva. Es la definición del artista introvertido, yo soy expresiva y exuberante. Nos complementamos muy bien.

-Ha sido nominada en diecinueve ocasiones, ha ganado tres Oscar y todavía le falta uno para igualar a Katherine Hepburn, que ganó cuatro a lo largo de su carrera. ¿Qué pasa por su cabeza cuando la nominan?

-Las nominaciones a los Oscar hacen mucho ruido y yo solo pienso en ellas cuando los periodistas me preguntan. Disfruto con los premios y las nominaciones porque ayudan a promocionar las películas que interpreto.