La biografía novelada por la escritora catalana de su matrimonio con Julio Iglesias procura mostrar su lado más humano
24 oct 2016 . Actualizado a las 14:18 h.El libro tenía otro título y una portada en la que salía Isabel Preysler. Tenía incluso un cuaderno de fotos. Era una biografía en toda regla. Pero los servicios jurídicos le dijeron a Pilar Eyre (Barcelona, 1951) que no. Así que la solución fue cambiar el título y los nombres. En Un amor de Oriente, Isabel es Muriel. Julio Iglesias es Luis. Y el Canto a Galicia es el Poema a Galicia.
-Era eso o mutilar lo que había escrito.
-Cuando dimos a conocer el libro, 15 días antes de su publicación, tampoco podíamos decir que eran Isabel y Julio, porque podía quedar secuestrado. Pero sí, luego he explicado que es la historia de Isabel y Julio, una biografía novelada, pero que todos los hechos que explico son reales.
-¿Ya no hay miedo?
-Que sea lo que Dios quiera. Yo en lo que confío es en que Isabel está con un escritor y Mario, en el inicio de su último libro, pone algo así como que el escritor tiene libertad para transitar por los terrenos de la ficción y la realidad. Creo que ella entenderá que es una biografía novelada. Julio está más allá del bien y del mal, centrado en su carrera, y no creo que le dé importancia, a pesar de que los fans de Julio me amenazan, me acosan y me llaman de todo porque sienten que he agraviado a su ídolo.
-No sale muy bien parado: infiel, celoso enfermizo...
-Yo como artista lo respeto enormemente, porque representa el triunfo de la perseverancia y de la fuerza de voluntad. Con tan pocos mimbres como tiene Julio, con poca voz, no sabía moverse en el escenario, tenía problemas físicos y era un artista conservador que no iba con la época, se ha convertido en el cantante español más grande de todos los tiempos. Por eso tengo una gran admiración por él como artista, pero una opinión muy pobre de Julio como hombre, como marido.
-Ha escrito sobre Franco, sobre los Borbones... ¿Por qué la Preysler?
-Fue un encargo al que primero me resistía porque me parecía que era un paso atrás en mi carrera, pero me di cuenta de que esa vida que relato de Isabel es una vida que nada tiene que ver con la prensa rosa. Me interesaba reflejar esa evolución de la Isabelita que llegó de Manila hasta convertirse en la Preysler. Es un poco la evolución de las mujeres de nuestra época. Me di cuenta de que había un trabajo de investigación tan serio como el de mis novelas históricas, porque son siete años de los que nada se sabe, es un agujero negro porque jamás han hablado de su matrimonio.
-El libro la humaniza.
-Isabel en el fondo es una gran desconocida. Durante 40 años ha estado en primera fila y, sin embargo, no sabemos cómo piensa. Es una mujer muy compleja, contradictoria.
-La imagen es la de «la pareja de». ¿Sufre el machismo de la sociedad?
-Uno de los retos que me planteé era escribir sobre ella, no sobre ella como mujer de Julio Iglesias. Creo que ha sufrido el machismo de la sociedad y un cierto racismo. Eso del exotismo oriental, de las artes amatorias, solo degradan a la mujer. Y esa fama de ambiciosa. Cuando ella dejó a Julio, él tenía un cheque de 69 millones de dólares de la CBS y a pesar de que le pedía que lo perdonase, lo abandonó. No creo que sea ambiciosa en absoluto.