«Es un error hablar globalmente de una literatura para jóvenes»

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

XOAN A. SOLER

El San Clemente tiene «autenticidad» porque es un premio que dan los lectores, además adolescentes, elogian los autores ganadores

22 mar 2017 . Actualizado a las 15:10 h.

No hay juventud. Hay un conjunto de personas jóvenes. Cada uno es distinto. Con sus experiencias. Con sus gustos. Con su curiosidad, sus talentos y sus defectos. Y también con sus libros. La pregunta la lanzó el director del IES Rosalía de Castro de Santiago, Ubaldo Rueda, a Sara Mesa, Xabier Quiroga y Pierre Lemaitre. ¿Existe la literatura juvenil o solo hay buena y mala literatura? «Estoy de acuerdo contigo cuando dices que es un error hablar globalmente de una literatura para jóvenes». Tomaba la palabra Lemaitre para reflexionar sobre esta duda y lo hacía diciendo que un lector de 13 años puede perfectamente zambullirse en las páginas escritas por Javier Marías o José Saramago, mientras que puede haber otro de 18 que no sepa hacerlo. ¿La clave? La pedagogía. El acompañamiento.

Pierre Lemaitre hacía este llamamiento a enseñar a leer justo antes de que le fuese entregado el premio San Clemente. Adolescentes de diversas nacionalidades habían escogido su Irène como la mejor novela extranjera. Junto a él, Sara Mesa, que ha dejado Cicatriz en el jurado y se llevó el premio a la novela en español. A ella, lo que le producen dudas son los programas académicos de lengua y literatura «que no enseñan literatura, no enseñan a leer», sino que se centran solo en la historia de la literatura y por ese camino «han quedado muchos desengañados».

Porque en un país en el que una de cada cinco personas reconoce que nunca lee un libro, algo hay que hacer para atraer nuevos lectores. «Sementar sempre é bo» y en los jóvenes siempre florece algo. Lo cree Xabier Quiroga. «Unha historia ben contada seduce a calquera». Y él consiguió seducir al jurado con su Izan o da saca, como mejor título en gallego. Una buena historia «é como caer nunha tea de araña», que va envolviendo y atrapando al lector. «Temos que facer boas teas de araña para enganchar a esas moscas».

«Para tener lectores lo primero es intentar hacer buenos libros». Como los de Lemaitre, que cree que el público, y sobre todo el joven, necesita que le cuenten buenas historias. Y las historias ya no solo llegan de las páginas de las novelas. También del cine y de la televisión. «La literatura no posee ese privilegio de contar las historias como ocurrió hasta los años 90». Pero aunque tiene que compartir sus dominios con otras artes, «está muy viva». ¿La prueba? Que es la literatura la que nutre de argumentos al cine y a la televisión. «Los novelistas son los primeros en la fábrica de ficción de todas las artes».

Leer, escribir, reescribir

Los tres autores también dieron sus recomendaciones a aquellos jóvenes que quieran dar el salto. Y escribir. «Leer mucho, no tener prisa y tener tu propia intuición», decía Mesa. «Nunca escuchar el consejo de los demás», decía Lemaitre, que no dejó de arrancar carcajadas a los presentes. Que sean humildes. Y que cuando hayan terminado un texto, «vuelvan a escribirlo desde el inicio».

Los ganadores de mañana quizá hayan estado hoy entre todos esos estudiantes que han escogido a Xabier Quiroga, Pierre Lemaitre y Sara Mesa como ganadores de la vigésimo segunda edición del premio San Clemente. Un premio que destaca por su «autenticidad», porque está alejado de la crítica, de la academia, de los estándares editoriales. Que demuestra, como destacó Juan Carlos Escotet, vicepresidente de Abanca, que la realidad de la juventud, a veces, no es como nos la pintan.