La SGAE insiste en su presión para que el comercio pague por la música

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

CULTURA

María Hermida

La sociedad dice que la tarifa diaria cuesta menos de lo que vale un café

21 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), amparada por la Ley de Propiedad Intelectual, está presionando al comercio local, al menos al de Pontevedra y Marín, para cobrar por la música ambiental de las tiendas. Es decir, para que los empresarios paguen por escuchar la radio -da igual que sea una emisora musical que una generalista- o canciones a través de cualquier otro soporte en sus establecimientos. La SGAE insiste en que no tiene ninguna campaña específica en esta zona, que se trata de un «seguimiento periódico de la actividad». Pero los comerciantes tienen una visión opuesta. En Pontevedra, varias tiendas de distintos sectores indican que últimamente reciben de forma continua cartas, llamadas, burofaxes o visitas de comerciales para que paguen la tasa. Así que los empresarios lo tienen claro: «Ahora toca que nos abrasen aquí». Y, en Marín, el centro comercial urbano Estrela de Marín señala que desde el día de la Lotería de Navidad, 22 de diciembre, hasta marzo, fueron visitados 17 locales asociados y posiblemente otros que no son socios.

Tanto en Marín como en Pontevedra distintos comerciantes describen la misma situación. Dicen que primero recibieron una carta indicándoles que, dado que tienen encendida la radio o ponen música en sus tiendas, deben firmar un contrato con la SGAE y abonar una tasa. Y luego, en el caso de los que se niegan a pagar, comienza un largo rosario de llamadas telefónicas, burofaxes o visitas a las tiendas. En Marín, fuentes del centro comercial urbano indicaron que algunos de sus asociados intentaron firmar los contratos, pero desistieron porque «no les dejaban leerlo», cosa que la SGAE niega. En el caso marinense, la asociación de comerciantes decidió tomar las riendas del asunto y pidió una reunión con los representantes gallegos de la SGAE. Se mantuvo ese encuentro y se está viendo la posibilidad de firmar un convenio para que, al menos, los comerciantes tengan descuentos a la hora de pagar.

Otra de las denuncias de los comerciantes se refiere a que les piden una cantidad pero, si no están conformes, les dicen «que se puede llegar a un acuerdo». La SGAE, que insiste en que lo único que hace es velar por el cumplimiento de la ley, niega que entre en procesos de «regateo» y señala que lo único que hace es aplicar bonificaciones regladas en determinados casos, como por ejemplo si el negocio está adherido a alguna asociación de comerciantes con acuerdo con la SGAE.

La SGAE indica que la tarifa para la música ambiental es asequible. Indica que un comercio de hasta 50 metros cuadrados paga 7,01 euros al mes y de hasta 100 metros 19,30 euros mensuales (más IVA). Indica que en ambos casos la tasa sale al día por menos de lo que cuesta un café. Dice también que la gran mayoría paga el canon sin queja alguna.

«Me siento acosada, ya les dije que íbamos a apagar la radio»

A media mañana, mientras pone un cartel para promocionar unas «patatas nuevas», Isabel García, propietaria de siete fruterías en Pontevedra y Marín, murmulla para el cuello de su camisa: «No puedo más con los de la SGAE, me tienen harta». Cuando se le pregunta qué le lleva a hablar así, con voz agobiada, responde: «Pues que no puedo más con la presión que me están metiendo con la música del local, que en mi caso es la radio, y ni siquiera una emisora musical, pero me dicen que tengo que pagar. La ponemos para no aburrirnos, que beneficio de ahí no sacamos. Me piden doce euros al mes por tienda y, al tener siete, son casi cien euros. Yo, tal y como están las cosas, ahora mismo no me lo puedo permitir. Con ese dinero comen mis hijos. Yo no sé si se dan cuenta de cómo estamos los comerciantes», indica. Luego, explica que ella recibió una carta certificada, burofaxes y, sobre todo, un aluvión de llamadas. «Me llaman a mí al móvil, a mi marido, llaman a las tiendas. Siempre llaman desde un número de Madrid... Yo lo digo sinceramente, me siento acosada. Ya les dije que íbamos a apagar la radio. Me dijeron que vendrían a comprobarlo. Así que la apagaremos», sentencia Isabel García.