Cannes y el lobo feroz de Netflix

José Luis Losa CANNES / E. LA VOZ

CULTURA

ALBERTO PIZZOLI | AFP

El festival avisa de que no programará en el futuro películas de la plataforma, salvo que se estrenen en salas

17 may 2017 . Actualizado a las 19:31 h.

Arranca hoy Cannes su 70.ª edición sin tanto eco visible de excepcionales despliegues de seguridad como el pasado año, cuando se supervisaron simulaciones de respuesta hasta por mar a un posible atentado frente al Palais de la Croisette. Ante quien parece prevenirse el festival, o al menos son las escaramuzas esta vez más comentadas, es frente a las plataformas de cine en casa. Cannes ha querido marcar territorio a Netfilx al anunciar que, en el futuro, no programará cine auspiciado por esa firma salvo que sea estrenado en salas comerciales. Pero, de momento, este año habrá dos películas Netflix en la sección oficial, Okja, de Bong Joon-Ho, y The Meyerowitz Stories, de Noah Baumbach. Y el aviso de esta excepcionalidad, que quiere ser admonitorio pero no me parece que lo consiga, no ha hecho sino agudizar más la sensación de que en Cannes se dilucida una guerra de fondo sustantiva a nivel global: la de la defensa del consumo de cine en pantalla grande frente a lobos feroces como Netflix. Por eso, tampoco ha ayudado nada a esta causa la singularidad de incluir en el programa los dos primeros capítulos de Twin Peaks… el viernes 26, o sea cuatro días después de que ustedes puedan acceder a ellos cómodamente desde su sofá. Demasiada cara la claudicación al coste de tener en el festival a David Lynch, uno de los veteranos, en su caso con Palma de Oro, con los que Cannes ha querido brindar en su aniversario.

En el marco de esta celebración dorada de los setenta años se entiende la presencia de Clint Eastwood, quien impartirá una master class que predice más jaleo de aforo que el de Cardiff. Eastwood hablará en la reducida sala Buñuel, con 233 butacas para 6.000 potenciales y a priori desolados seguidores.

Tampoco habrá una vez más boletos para el cine español. Nuestra presencia, en verdad, se reduce de nuevo al planeta Almodóvar y a sus satélites: Pedro como presidente de un jurado que augura tardes de gloria con broncas egocéntricas. Ahí es nada reunir bajo la batuta del español a Paolo Sorrentino, Park Chan-wook, Jessica Chastain, Maren Ade, Will Smith o la mega celebrity asiática Fan Bing Bing -tal vez Eastwood debería abandonar la idea de la master class y poner algo de orden unforgiven en medio de este tremendo generalato de jurado-. Y dos actrices de la órbita Almodóvar, Emma Suárez y Elena Anaya, en las películas del mexicano Michel Franco y el argentino Santiago Mitre, respectivamente. Esto es, que en Cannes quieren tanto a Pedro que, en cuanto a España, fuera de él todo es naufragio.