La luciérnaga que ilumina la vida bajo la dictadura de Corea del Norte

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Aly Song | Reuters

Libros del Asteroide publica la primera obra de un autor norcoreano en español, sacada ilegalmente del país

12 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante el día, las luciérnagas suelen pasar inadvertidas. Cuando llega la noche, palpitan en la oscuridad con su luz. Bandi, la palabra coreana para luciérnaga, es también el seudónimo de un escritor que vive en el anonimato en Corea del Norte, pero que ha conseguido iluminar con sus cuentos clandestinos la cotidianidad de un país en su propia larga noche de piedra.

Son los siete relatos que forman La acusación, el primer libro publicado en Occidente por un autor norcoreano residente en el país, no exiliado, y que ahora pone a disposición del lector en español Libros del Asteroide. Su editor, el vigués Luis Solano, explica que a la hora de decidirse confluyeron dos de sus intereses, la literatura concentracionaria y la asiática, pero que el motivo principal es la «visión que da desde dentro» de un régimen que considera «anacrónico en el siglo XXI».

Los relatos están acompañados de dos epílogos que dan cuenta de cómo Bandi consiguió sacar sus cuentos del país. De él solo se sabe que nació en 1950 y que pertenece al Círculo de Escritores coreanos, un organismo estatal del que es imprescindible formar parte para poder publicar. Pero al mismo tiempo que el autor daba salida a sus escritos oficiales, también redactaba en secreto unos cuentos que, de haberse descubierto, le habrían acarreado una segura pena de muerte. Fechados entre 1989 y 1997, Bandi los guardó hasta que una de sus familiares le confió que pensaba escapar del país. Se los entregó para que los sacase en su huida, pero finalmente ella creyó que era mejor no llevarlos. Estaba en lo cierto: fue interceptada por tropas chinas en la frontera, que la retuvieron en espera de cobrar un rescate; si hubiese tenido el manuscrito con ella, tanto los cuentos como Bandi habrían muerto. Finalmente consiguió establecerse en Corea del Sur, donde contactó con una organización humanitaria, uno de cuyos miembros tenía previsto visitar la dictadura, y le confió que su pariente tenía algo muy importante para sacar del país. En el 2013, finalmente, gracias a esta persona y un turista, las 743 páginas del original de Bandi consiguieron evadir el régimen, camufladas entre material propagandístico y escritos de Kim Il-sung. En el 2014 vieron la luz en Seúl y ahora el libro se está traduciendo a una veintena de lenguas y se editará en otros tantos países

Lo jerárquico y lo rural

El matrimonio formado por Héctor Bofill y Hye Young Hu ha sido responsable de traducir La acusación al español y al catalán. Según explica Bofill, una de las principales dificultades que se toparon fue la numerosa terminología relacionada con el régimen, su organización y jerarquía, que incluso a Hye Young Hu, natural de Corea del Sur, le resultaba complejo. «También se percibía que se trata de una sociedad muy agrícola, por lo que también nos encontramos muchas palabras que ella conocía de su infancia, en una zona rural del centro de Corea del Sur», describe Bofill. «Algunos pasajes incluso le trajeron reminiscencias proustianas», añade.

Bofill aceptó rápidamente la traducción, tanto por su condición de documento histórico como por su «excepcional calidad literaria». También, lógicamente, se siente intrigado por la identidad real de Bandi, que se ha mantenido en secreto todo este tiempo. «Es una persona que conoce muy bien el país, como solo puede alguien que ha vivido allí mucho tiempo, por los detalles cotidianos y de cómo funciona el régimen», expone. «Incluso debe ser alguien muy próximo a su jerarquía, porque explica cosas que solo pueden saber personas con ese acceso», detalla el traductor. «Frente a lo que se dice desde la propaganda de Corea del Norte de que es alguien de fuera, que es todo un invento, al leerlo queda claro que no puede ser así, y que se trata de una persona que conoce muy bien lo que se cuece allí dentro». Podría darse incluso la situación de que Bandi ya hubiese muerto, mientras sus cuentos aún ahora han visto la luz.