«Los hombres han crecido con Superman; las mujeres necesitábamos una heroína»

María Estévez LOS ÁNGELES / COLPISA

CULTURA

MARIO ANZUONI | Reuters

La intérprete israelí Gal Gadot encarna a «Wonder Woman», la adaptación al cine del popular personaje del cómic

26 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya es la película de acción real dirigida por una mujer más taquillera de la historia desde su llegada a las salas en Estados Unidos. Wonder Woman, protagonizada por Gal Gadot, ha superado los 609,8 millones de dólares que recaudó Mamma Mia!, el filme dirigido por Phyllida Lloyd que tenía el récord hasta el momento. No en vano, la cinta se centra en la superheroína que da poder a las mujeres, a las adolescentes y a las niñas. Para interpretar el personaje de cómic en su adaptación cinematográfica, la directora Patty Jenkins -conocida por el drama Monster (2003)- eligió a la espectacular Gadot. Esta israelí de 32 años -ex miss Israel y exinstructora del Ejército durante los dos años de servicio militar obligatorio en su país- colgó los estudios de Derecho para dedicarse al séptimo arte. No fue seleccionada como chica Bond, pero su marido, Yaron Versano, la convenció para que continuara su carrera como actriz.

Así llegaron varios papeles en televisión y su debut en la gran pantalla con la popular saga Fast and Furious, en la que intervino en varias entregas, y a las que siguieron grandes producciones como Batman v Superman: el amanecer de la justicia. Tras rodar Wonder Woman, que se estrenó en España el pasado viernes, ha participado en Liga de la justicia, cinta aún en fase de posproducción y en la que también encarna a la protagonista.

Jenkins dice que representa a la heroína dentro y fuera de la pantalla. Y ella se siente halagada. «Fue fácil desarrollar el personaje porque ambas nos entendimos muy bien. Fueron seis meses de preparación, otros seis de rodaje, un reto enorme, pero creo que hemos conseguido un gran resultado», dice la actriz. Chris Pine -su compañero de reparto y que viste a Steve Trevor, el primer hombre que ella ve en su vida, que arriba tras un accidente de aviación a su idílica isla y le explica que el mundo está inmerso en la peor guerra conocida- asegura que la actriz es ideal para el papel porque es «una mujer bella tanto por fuera como por dentro, como el personaje».

Gadot encuentra sorprendente que este personaje legendario -que se escribió hace 75 años- «nunca haya tenido su propia película». Y es que, apunta, «los hombres han crecido con Superman, Batman o Spiderman, mientras que las mujeres necesitábamos tener una superheroína en la que mirarnos». En tal sentido, considera muy importante que finalmente se presente esa voz femenina en el mundo de superhéroes masculinos, no solo para las niñas, sino también para los niños. «Soy madre de dos niñas y espero, por el bien de ellas, que tengamos muchas más heroínas en el futuro», incide.

Ella, prosigue, es el héroe más poderoso que existe en el mundo. Sabe que poder y fuerza son dos elementos conectados a los hombres. «Mi personaje es fuerte y poderosa, pero además, femenina, intuitiva, vulnerable, con una inteligencia emocional que le permite sentir compasión, amor. Cuando combinas el universo de la fuerza con las cualidades femeninas surge un personaje completo y eso es el que representa Wonder Woman».

Gadot explica que tuvo varios momentos en el filme en que interiorizó perfectamente al personaje. «Sentí que era incluso más grande que yo. Me sentí un medio a través del que ella se expresaba. Cuando por primera vez entré en el rodaje y percibí que no era un terreno masculino, me sorprendí. Fue una revelación, notar que una mujer tenía todo el poder ante la cámara», cuenta. ¿Pero qué significa ser una mujer poderosa? «Ser mujer hoy en día exige muchísimo, hay que ser casi un hombre -subraya Gadot-. Como mujer nos vemos obligadas a ser las mejores madres, las mejores esposas, a llevar la casa, a trabajar, a competir con los varones, y son muy diversos sombreros los que nos ponemos para terminar exhaustas». Cree que los hombres necesitan involucrarse más con los hijos, con la familia y seguir siendo los proveedores del hogar. Y eso es muy complicado. «Nuestra lucha es continua -prosigue-, hay que empezar por lo básico. El mundo tiene demasiados dramas, demasiadas fuerzas oscuras. Empecemos por lograr que aquello que nos rodea en la cercanía sea mejor. Hablarnos unos a otros con más delicadeza, escucharnos. Tal vez, si empezamos así, se produzca un efecto dominó y conseguiremos una sociedad mejor».

Confiesa que tiene sus dudas sobre si se considera una mujer valiente y segura de sí misma. «A veces sí, otras veces no. No creo haberme comportado siempre de una forma valiente. Todos tenemos una fuerza interior que podemos utilizar si somos capaces de dejar a un lado el cinismo. En mi día a día, yo no voy a la guerra, no soy soldado ni diplomático, pero intento vivir en armonía con todos los que están cerca de mí», explica.