Las cartas que exploran la vida literaria de Clarice Lispector en su centenario

Carlos A. Moreno RÍO DE JANEIRO / EFE

CULTURA

La escritora ucraniano-brasileña Clarice Lispector, retratada en torno a 1964
La escritora ucraniano-brasileña Clarice Lispector, retratada en torno a 1964

Un nuevo libro que reúne 284 misivas enviadas por la escritora ucraniano-brasileña arroja nueva luz sobre cuatro décadas de creación, entre los años 40 y 70 del siglo XX

04 oct 2020 . Actualizado a las 18:31 h.

Un libro con 284 cartas enviadas por Clarice Lispector (1920-1977) a familiares y amigos lanzado este mes en Brasil explora, en el año del centenario de la autora, la rica trayectoria literaria de la escritora ucraniano-brasileña, considerada como una de las más voces femeninas más importantes del siglo XX.

Todas as cartas, que la editora Rocco distribuyó en las librerías esta semana, seleccionó las misivas -de ellas, casi medio centenar inéditas- que permiten entender la transformación como escritora de Lispector, procedente de una familia judía ucraniana que emigró a Brasil huyendo de la guerra civil que estalló por el triunfo de los bolcheviques.

La obra de la escritora ganó en los últimos años una nueva lectura en las redes sociales, en las que frases de sus libros suman millones de intercambios.

El nuevo libro, publicado como uno de los homenajes en el año en que la escritora nacida el 10 de diciembre de 1920 cumpliría 100 años, reúne cartas que la autora de novelas como La pasión según G. H., La hora de la estrella y Cerca del corazón salvaje envió al comienzo de su carrera a ya reconocidos escritores y las que, en sus últimos años, intercambió con aspirantes a autores.

«Todas as cartas ofrece una síntesis del recorrido literario y biográfico de la escritora», explica la profesora Teresa Montero, una de las principales biógrafas de Lispector y que fue responsable por los comentarios incluidos en el nuevo libro.

Según la especialista, la obra es un marco en la bibliografía de Lispector ya que repasa cuatro décadas de su vida literaria, entre los años 40 y los 70, y reflejar las ideas que intercambiaba con varios de los principales escritores brasileños de su época, como João Cabral de Melo Neto, Rubem Braga, Lygia Fagundes Teles, Nélida Piñon, Otto Lara Resende, Ledo Ivo y Oscar Mendes, entre otros.

«Su generosidad con los jóvenes escritores está registrada en las cartas inéditas a Mora Fuentes y a Augusto Ferraz. En una de las cartas a este último se revela cómo fue convencida a viajar a Recife (la ciudad de su infancia) en 1976, un año antes de morir. Ese viaje de regreso a su infancia fue fundamental para motivarla a escribir A Hora da Estrela», uno de sus principales obras, explicó.

Familiares y biógrafos ayudaron a seleccionar las cartas

Las cartas que ayudan a entender la trayectoria literaria de Lispector fueron fruto de una larga investigación de la periodista Larissa Vaz, que recibió la ayuda para la selección tanto de los biógrafos como de la familia de la escritora.

Gran parte de las cartas corresponde al período de dos décadas en que la escritora vivió en el extranjero como cónyuge de un diplomático brasileño.

«Entre las misivas escritas en Berna (Suiza), por ejemplo, se destacan las cartas inéditas que le envió a João Cabral de Melo Neto. Ambos comparten impresiones sobre el oficio literario, las angustias, las búsquedas y la admiración mutua», explica Montero, autora de obras como Eu sou uma pergunta: Uma biografia de Clarice Lispector y O Rio de Clarice.

La mayor parte de las cartas seleccionadas, unas 150, son las que intercambió son sus hermanas, «que son las que la conectan con Brasil y cuya presencia es fundamental para ayudarle a soportar el exilio» voluntario de 16 años, agregó.

Todas as cartas, según la biógrafa, también es el testimonio de una mujer que enfrentó muchas dificultades para convertirse en escritora, algo fuera de lo común en el Brasil de entonces. «Ella tuvo que romper esa barrera. Una mujer trabajando en la redacción de una revista en la época era muy raro. Clarice fue una mujer moderna en el sentido de que cursó Derecho en una universidad en que la mayoría de los alumnos eran hombres, y circuló por ambientes predominantemente masculinos, incluso el diplomático, ya que su marido era embajador», recuerda.

Una misiva sobre las dificultades de las escritoras

«En una de las cartas que escribió a Lydia Fagundes Telles, Clarice explica muy bien cómo ella y las demás escritoras se sentían en un mundo literario hecho por hombres», subraya Monteiro, quien señala que la Academia Brasileña de las Letras (ABL) admitió a la primera mujer como miembro tan solo en 1977, el año de la muerte de Lispector.

La enorme y rica correspondencia de la autora ya había nutrido otros tres libros: «Cartas perto do coração (2001), organizada por el escritor y amigo Fernando Sabino, Correspondências (2002) y Minhas queridas (2007), estas dos últimas organizadas por Montero.

Estatua de Clarice Lispector en el paseo de la playa de Leme en Río de Janeiro
Estatua de Clarice Lispector en el paseo de la playa de Leme en Río de Janeiro Marcelo Sayão | Efe

Bautizada como Haia Pinkhasovna en una Ucrania en guerra, Lispector llegó a Brasil con 2 años por la decisión de su familia de huir de la persecución a los judíos y es considerada por algunos críticos como la principal escritora judía desde Franz Kafka.

Su primer libro, Cerca del corazón salvaje (1943), anticipó una carrera en ascenso en la que ofreció desde novelas muy introspectivas, como La pasión según G. H., hasta obras más dinámicas y que ganaron versión cinematográfica, como La hora de la estrella.

Pero en los textos en los que más refleja su personalidad son sus cuentos, como La búsqueda de la dignidad y La imitación de la rosa, todos protagonizados por mujeres domesticadas.

Pese a que murió prematuramente un día antes de cumplir 57 años (9 de diciembre de 1977) víctima de cáncer de ovario, y a que es comparada a grandes figuras del siglo XX como Virginia Woolf, Jean-Paul Sartre o James Joyce, su obra ganó un nuevo impulso y nuevas lecturas en el siglo XXI gracias a la difusión en Internet.

Una simple búsqueda en Google permite contar referencias a cerca de siete millones de páginas en la Red, en la mayoría con citas retiradas de su obra y compartidas por internautas.