El mercado del arte se debilita

G. Elorriaga MADRID / COLPISA

CULTURA

Dos operarios de Sotheby's manipulan el cuadro de Picasso «La mujer con reloj» (1932), que se vendió en noviembre por más de 130,5 millones de euros.
Dos operarios de Sotheby's manipulan el cuadro de Picasso «La mujer con reloj» (1932), que se vendió en noviembre por más de 130,5 millones de euros. Andy Rain | Efe

Los coleccionistas recelan ante una creciente inestabilidad y los expertos auguran una moderación de los remates en las subastas

14 ene 2024 . Actualizado a las 16:35 h.

Algo cruje en el mercado del arte. Parecía que los últimos avatares económicos, tan aciagos, no conseguían traspasar la puerta de las casas de subastas y grandes galerías. Pero era una cuestión de tiempo que la realidad hiciera notar su presencia. «El impacto ha demostrado que no somos inmunes», explica Lluciá Homs, curador y uno de los grandes especialistas españoles del sector. «Y las condiciones se agravarán si la situación global sigue empeorando». No lo llamemos crisis. Todavía. El experto prefiere hablar, por ahora, de una rectificación comercial, de reposicionamiento, de una grieta de impredecible evolución. «No sabemos si se trata de un suceso pasajero o, quizá, de un fenómeno más profundo asociado al rumbo de la economía global», admite y reconoce la dificultad de prever si el mercado experimentará un repunte dentro de dos años o si la coyuntura nefasta se convertirá en algo más profundo «que cuestione los cimientos de este mundo».

El debilitamiento no sorprendió a los profesionales del sector. La crisis de precios vinculada a la guerra de Ucrania pronosticaba un difícil 2022, circunstancia que no llegó a producirse. Entonces, había una resistencia que aminoró el golpe. «Los síntomas se revelaron en primavera y se han acentuado en las últimas subastas de Nueva York», indica. El primer semestre se cerró con un descenso aproximado de un 16 % en las ventas, tendencia que no ha afectado a las ofertas más atractivas. «Las grandes obras se han vendido, pero con precios estimados bajos, lo que apunta la falta de fuerza del mercado». Las pujas por grandes piezas vienen precedidas por sondeos entre los posibles compradores que aventuran remates más o menos altos en relación a la cantidad de salida. «En esta ocasión, no se han cumplido las expectativas positivas», indica.

La falta de confianza lastra las previsiones. Los grandes coleccionistas adquieren y venden obras de sus patrimonios y el próximo año solo el 26 % planea desprenderse de algunos de sus bienes frente al 39 % del 2023, según el informe Art Basel And UBS Art Market 2023 Report, realizado por la economista Clare McAndrew y que pulsa anualmente las expectativas de los mayores compradores en todo el mundo. «Cuando no hay esperanza de buenos ingresos, los actores se retraen y solo salen a subasta obras muy importantes, y deseadas, o colecciones como las de Paul G. Allen, en el 2022, con la fuerza desbordada que poseen las piezas capitales».

En cualquier caso, no hay ejercicio sin sus correspondientes hitos. 2023 ha sido el año de La mujer con reloj de Picasso, vendido por más de 130,5 millones de euros, la segunda obra más cara del genio malagueño; La dama del abanico de Gustav Klimt, que rondó los 100 millones, o El estanque de nenúfares de Monet.

El elemento especulativo también influye. Aparentemente, los NFT han resultado los más perjudicados por el cambio de tendencias y la consiguiente retirada de estos buscadores de la rentabilidad inmediata. El arte digital constituyó el 15 % del gasto en el 2022 y únicamente el 3 % del llevado a cabo en el año anterior. Además, el balance de las plataformas es el más bajo desde el 2021. Ringers#869 (The Goose), de DmitriCherniak, la pieza mejor cotizada, se vendió por 5,6 millones de euros, muy lejos de los 63 millones reunidos por Everydays. Thefirst 5000 days, firmada por Mike Winkelman Beeple. «Esto no quiere decir que haya desaparecido el interés, sino que ahora son demandados por su valor, no simplemente por la novedad del formato, como sucedía antes», indica Homs.

El impacto de la incertidumbre no afectará de la misma manera a todos los segmentos del mercado, según los especialistas, y dañará seguramente más a las galerías que al mercado secundario, el de las subastas. «Las firmas antes no daban información sobre sus ventas en las ferias y ahora, tras el cierre de cada evento, proporcionan una relación exhaustiva de sus operaciones», asegura Ignacio Múgica, codirector de Carreras Múgica, una de las principales del país. «Quieren vender entusiasmo y animar a comprar».

El marchante también reconoció que, a diferencia de otros años, en el 2023 no salieron a remate piezas de Eduardo Chillida y Richard Serra, autores de referencia dentro de su estrategia comercial. «Puede ser un síntoma de ese repliegue ante la escasa esperanza de buenos resultados». El informe McAndrew ve razones para el optimismo en los próximos meses, ante la futura bajada de los tipos de interés y la progresiva reducción de la inflación. Pero, en los últimos años, cualquier situación es manifiestamente empeorable, y la investigación se publicó semanas antes que los hutíes de Yemen comenzarán a atacar los buques que atraviesan el mar Rojo y, en consecuencia, se incrementaran los precios de los fletes.

«Yo ya no intento hacer previsiones», confiesa Múgica. «Cuando todo apunta mal, resulta fenomenal, y a la inversa. Los criterios de compra en el mundo del arte son misteriosos», aduce.