Un Mundial para tocar el cielo

Pablo Gómez Cundíns
Pablo Gómez A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

Oscar Vazquez

Si gana en Brive, hará de España la mejor selección de la historia del seven universitario

04 jul 2012 . Actualizado a las 12:44 h.

Elsa Porto, a completar su ciclo vital y, de paso, a hacer historia con la selección española universitaria de rugbi a siete. La talonadora del CRAT coruñés, nacida en 1988 en Neuilly-sur-Seine (Francia) regresará a tierras galas para defender con España el título Mundial en el campeonato que se celebrará en Brive-la-Gaillarde del miércoles al viernes de la próxima semana. España (dos Mundiales en sus vitrinas) empata en el palmarés con Canadá.

La jugadora del CRAT es una de las dos gallegas convocadas por el seleccionador José Antonio Barrio. Sara Silva (del Vigo) es la otra. «Voy con la expectativa de aguadora», espeta Elsa Porto, cuya familia retornó a A Rúa de Valdeorras tras emigrar a Francia cuando la ahora tercera línea del equipo coruñés era solo una niña.

Lo cierto es que Elsa es una de las promesas más firmes del rugbi español y podría hacer historia en el certamen universitario de la modalidad olímpica. Enfrente, rivales de la talla de la bicampeona Canadá, Inglaterra, Francia, Bélgica, Brasil, Italia, Japón y Rumanía. España ya fue campeona en Córdoba 2008 y Oporto 2010, también con el CRAT como testigo. En el primer título estaban Berta García, Vanessa Rial y Paula Medín. El segundo lo celebraron de nuevo Vanessa y Berta.

A Elsa le atrapó el rugbi cuando estudiaba INEF y después de haber practicado salto de longitud y triple salto en el club de atletismo ADAS de O Barco. Desde entonces, no soltó el balón oval, ni cuando se fue de Erasmus a Hungría. En la ciudad de Pécs incluso compitió con el equipo local masculino Pécsi Indiánok SK. «Fue muy cómico. Es una sociedad machista y aunque me trataron muy bien, en los torneos, por si acaso, no ensayaba, je je... pero yo era titular», bromea.

La jugadora del CRAT participa en las concentraciones del top 20 de la selección española en la residencia Blume de Madrid. Desde allí llegaron los deberes físicos para afrontar el Mundial. Tiempo para ejercitar la táctica y la dinámica de partidos, puntos débiles en la preparación. «Se nota que es deporte olímpico, pero hay mucho por hacer», concluye.