Y Messi volvió a vomitar

La Voz REDACCIÓN

DEPORTES

ALBERT GEA

Las cámaras de televisión captaron al argentino devolviendo en el túnel de vestuarios antes del partido contra el Athletic

22 abr 2014 . Actualizado a las 18:47 h.

Messi fue resolutivo ante el Athletic de Bilbao marcando el gol de la necesaria victoria del Barcelona después de una semana muy convulsa. Pero antes, el argentino volvió a dejar la imagen de sus nervios atenazándole al comenzar el encuentro. Las cámaras de televisión captaron a Messi en un nuevo episodio de vómitos. Fue en el túnel de vestuarios, cuando ambos equipos se alineaban para saltar al campo antes del inicio del juego. Mascando lo que parecía un chichle, esperando inquieto en su habitual último puesto de los once futbolistas de su equipo, poco antes de salir al césped se agachaba y regurgitaba el contenido de su estómago. Luego, se limpió con la camiseta, y siguió como si nada.

Era un día especial para Messi y quizás los nervios acumulados por lo siguiente expliquen su vomitona. Después de la eliminación en Champions contra el Atlético y de la derrota en la final de Copa del Rey ante el Real Madrid, en ambos partidos con un pobre rendimiento del argentino, el Barça-Athletic de Bilbao se presentaba no sólo como la última parada para apurar las opciones de título de Liga para el equipo azulgrana, sino como un pequeño referendo en el Camp Nou sobre la figura de Messi, criticada en la prensa de Barcelona y en el puesto de mira de un sector de la directiva blaugrana para desviar la atención de su gestión deportiva.

Con la renovación de Messi de fondo, la grada del Camp Nou mostró su apoyo al 10 durante el encuentro y el argentino respondió marcando el gol de la victoria a pocos minutos del final, con un libre directo desde la frontal del área del Athletic que él mismo forzó. Los vómitos de Messi saltaron al primer plano en el partido de Argentina contra Rumanía el pasado mes de marzo. Era el último de varios episodios similares protagonizado por el delantero, todos ellos sin mayores explicaciones. El propio Messi reconoce que no sabe la causa y tampoco encuentra remedio para este mal. Ha visitado a varios especialistas, pero nadie ha dado con la tecla que frene este repentino malestar que le sobreviene incluso cuando está en casa, alejado del estrés de un terreno de juego. «Me pasa seguido en los partidos, en los entrenamientos, cuando estoy en mi casa... no sé bien qué es pero hice miles de estudios y nada... me pasa... intento tomar algunas pastillas. A veces me pasa antes del partido, a veces en el partido, y bueno... me empieza a agarrar arcadas hasta que termino casi vomitando y ahí se me pasa», explicó en alguna ocasión.