Los empleados del Ourense piden la dimisión de su directiva

Luis Manuel Rodríguez González
LUIS M. RODRÍGUEZ OURENSE / LA VOZ

DEPORTES

MIGUEL VILLAR

El presidente Alejandro Estévez no acudió a su cita en O Couto con la plantilla

24 abr 2014 . Actualizado a las 07:05 h.

«Engañados y abandonados», todavía retumba el eco de la pancarta que portaron los jugadores del Club Deportivo Ourense en la final de la Copa Federación. Los futbolistas siguen consumiendo las últimas semanas de la temporada, a la espera de noticias de su directiva y ayer pensaban que al menos el presidente Alejandro Estévez los informaría de las gestiones realizadas en los últimos días. Pero nadie acudió al encuentro.

Fue la gota que colmó el vaso y los jugadores consensuaron un comunicado que varias horas después de la sesión de entrenamiento de ayer, expresaba: «Debido a la crítica situación que está atravesando CD Ourense SAD, la plantilla, cuerpo técnico y trabajadores, nos vemos obligados a solicitar la dimisión del consejo de administración, con el objetivo de encontrar unas mínimas opciones de viabilidad, que CD Ourense no se vea abocado a la desaparición y pueda salir a competir la próxima temporada».

Solo un mensaje telefónico, pocos minutos antes, alertó a los deportistas de una incomparecencia que muchos ya se temían, después de que ninguno de los responsables del consejo administrador acudiera para realizar los pagos de 600 euros a cada trabajador en los días previos. Nadie quiso explicar como pensaban cumplir de aquí al final de la campaña.

Los empleados justifican su petición de la marcha de los rectores en tres puntos, de los cuales el primero relata: «La planificación y administración de la presente temporada, como todo el mundo sabe, ha sido nefasta y solo han pagado 3 mensualidades desde el inicio de la misma, poniéndose de manifiesto su ineptitud como gestores».

El segundo apartado incide en la denuncia que ya realizaron públicamente en los instantes previos a la final copera: «El abandono por parte del consejo de administración hacia los jugadores es total, negándose incluso a dar explicaciones después de requerirles en numerosas ocasiones para que acudan a nuestro llamamiento, las últimas esta misma semana».

La tercera también implica una evidencia insostenible: «La ruptura entre el consejo, plantilla y cuerpo técnico es total e irreversible, debido al trato inferido esta temporada en el que se nos ha mentido sistemáticamente, por lo que no entendemos su afán en permanecer en sus cargos, haciéndonos dudar, incluso, de que sus intereses sean honestos y limpios».