Alonso revive sus mejores tiempos

Toni Silva REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

DAVID W CERNY

Acabó segundo en Hungría, donde fue rebasado por Ricciardo a poco del final

28 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Si el Gran Premio de Hungría se hubiera celebrado con 67 vueltas en lugar de las 70 establecidas, Alonso estaría a estas horas viviendo la resaca de la primera victoria de la temporada con su renqueante Ferrari. Pero no. Hubo que completar tres giros más donde la velocidad no la dictaba el talento de los pilotos, ni la aerodinámica ni la potencia del motor. Fue el desgaste de unos neumáticos agotados los que repartieron los tres puestos de honor de la carrera húngara, donde Fernando Alonso, que estrenó su palmarés de triunfos en este recinto hace once años con Renault, acabó ayer con un segundo puesto celebrado como victoria por los miembros de Ferrari. Por delante, Dani Ricciardo se llevaba la victoria del más pillo. Y por detrás, Lewis Hamilton completaba el podio con el enorme mérito de salir desde el pit lane por el incendio de su coche el sábado y ser capaz de restar puntos a su compañero Rosberg, poleman del fin de semana, que caía a la cuarta plaza.

Todo este guion imprevisto se escribió con intensas gotas de lluvia en el circuito magiar, una pista resbaladiza ayer pero que, lejos de traicionar a los pilotos, se llenó de agua media hora antes del inicio de la carrera. Así, todos comenzaron el gran premio con neumáticos intermedios y pendientes del cielo, que amenazaba una nueva descarga. Alonso ya daba muestras de su ambición en los primeros metros al adelantar a Vettel, quien le rebasaría de nuevo. Por delante, Rosberg se marchaba hacia el horizonte infinito para vivir una previsible carrera tranquila. Pero en el noveno giro el accidente de Ericcson motivó la salida del coche de seguridad, circunstancia aprovechada por Ricciardo para entrar a calzarse los slicks para una pista que combinaba zonas secas y mojadas. Se formó entonces un cóctel de estrategias diferentes de las que, el resultado demostraría, la de Ricciardo fue la más acertada. Más conservadores fueron los que rodaban en cabeza, como Alonso, quienes optaron por demorar un poco más su entrada en el box. Otros, como Button, repitieron la opción de los neumáticos de lluvia, confiando en que esta reapareciera, pero finalmente no hubo más agua sobre Hungaroring.

Otras dos colisiones

Lo que sí hubo fueron más accidentes que, además de prolongar la presencia del coche de seguridad en la pista -colisión de Romain Grosjean-, obligaron a comprimir las posiciones de nuevo en el giro 23 tras el accidente de Sergio Pérez. Ricciardo se mantuvo fiel a ingresar en box de forma precoz, mientras que otros pilotos, como Alonso o Hamilton, optaron por tardar un poco más para evitarse un cambio extra de neumáticos. Mucho antes, en la vuelta 15, a Hamilton y a Rosberg, únicos aspirantes al título, solo los separaba Vettel, muy gris ayer después de la prometedora calificación del sábado.

Con la incógnita de unos neumáticos que debían durar más de 30 vueltas, Alonso lideró la carrera un buen trecho. Por detrás, los Williams perdían posiciones, igual que Vettel, mientras que Lewis Hamilton escalaba hacia el español, una presa fácil para su Mercedes que, además, rodaba con unas gomas algo menos maltratadas. Pero entonces irrumpió en la escena Ricciardo quien, este sí, llegaba con neumáticos fresquísimos. Su pelea con Hamilton dio aire a Alonso, pero el Red Bull acabaría alcanzando el primer puesto a tres vueltas del final. Al español le quedaba una dura batalla para mantener el segundo puesto. Y entonces fue Rosberg quien asomó. Obligó a su compañero a defender posición y entonces sí, el lastimoso Ferrari obró el milagro de cruzar la meta en una segunda posición que desató el delirio en la Scuderia.