El Atlético pincha en el arranque

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DEPORTES

Pagó el esfuerzo de la Supercopa y no creó peligro al Rayo Vallecano (0-0)

26 ago 2014 . Actualizado a las 11:32 h.

El Atlético de Madrid, vigente campeón, no pudo con el Rayo Vallecano (0-0) en este arranque de temporada tan intenso para los rojiblancos. El Atlético se ha reforzado con casi 100 millones de euros y seguramente su cambio de cromos, visto hombre por hombre, ha mantenido el nivel individual, pero se nota que al equipo no se siente igual de compacto que meses atrás. Tras la montaña rusa de emociones vividas en apenas tres días ante el eterno rival, visitar al otro vecino fue una tarea menos motivadora pero igual de costosa que la completada ante los madridistas. Ahogados por la intensidad de la revancha de Lisboa, los rojiblancos parecieron agotados y sin capacidad para sacar adelante en la recta final un triunfo ante sus vecinos más humilde.

El inicio del encuentro en Vallecas fue de un ritmo altísimo. Alberto Bueno, sin querer, rozó un ojo al capitán Gabi al levantar la pierna en una bola dividida y le regaló un vendaje rojo que parecía un gorro de piscina. El Atlético vestía una elástica de buen recuerdo, la misma con la que venció en Mestalla por última vez en Liga y con la que alcanzaron el empate que hizo posible la novena Liga en la final del Camp Nou.

Uno de los vallecanos más universales, Koke, que pelea por el cargo con Negredo, pisó su barrio sin temor, consciente de que su futuro pasa por ser referente en los equipos visitantes que pasen por la Albufera

Siempre atento, con detalles de veterano forjado en el barrio. Y con clase para dejar solo a un compañero, Griezmann, con un pase. Su importancia en el juego se fue diluyendo y con ello las opciones del Atlético. Ambos equipos intentaron emular a Roger, que un día logró «el gol de Pele» en ese estadio, desde el círculo central. Vallecas es un campo pequeño, en el que desde cualquier parte parece que se genera peligro.

Simeone, que estrenó su nuevo lugar en la grada hasta la jornada sexta, ya tuvo que pelear muchas veces como jugador en ese campo. Consciente de que se puede mandar un balón al área sin mucho problema para que los killers puedan dirigirlo hacia los tres palos apostó por dos arietes puros y Griezmann.

El juego no tenía pausa y ello poco ayudaba al bloque de Paco Jémez. Sufría, pero fue capaz de llegar sano y salvo al descanso aunque apenas inquietó a un Moya que ocupó la meta tras sus solventes actuaciones en la Supercopa ante el Real Madrid.

Al regresar de la caseta, los del Rayo en 30 segundos ya habían creado más peligro que en todo el período anterior: un contragolpe al primer toque, en la primera aparición de Kakuta, que finalizó Bueno con intención pero sin puntería.

Ya en la recta final del partido, el rojiblanco Héctor entró al campo por un fundido Mandzukic, pero no se apreció mejora. La idea era buscar velocidad pero no se logró.

Antes de los minutos de prolongación, el Atlético dispuso de un córner y todos miraron a Godín, recordando esos cabezazos que tanto hicieron soñar a los aficionados atléticos. Esta vez no hubo acierto y el marcador no se movió. El Atlético ya piensa en el Éibar.