La generación de oro de España busca su cénit en el Mundial

Dpa

DEPORTES

Pau Gasol, Jaun Carlos Navarro, Felipe Reyes y José Manuel Calderón saben que su final en la selección está más cerca que lejos

26 ago 2014 . Actualizado a las 19:17 h.

Ni los problemas físicos ni las muecas de disgusto de los equipos de la NBA podían tener efecto. A diferencia de lo que sucedió el año pasado, todas las estrellas de la selección española de baloncesto quisieron estar en el Mundial que comienza en casa el sábado y donde la exitosa generación de oro podría completar con el título un cambio de mando progresivo.

No les gusta hablar de «cambio de generación», pero para Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes (los tres con 34 años) y José Manuel Calderón (a punto de cumplir 33), el final de su exitoso periplo en la selección está más cerca que lejos.

«Ya veremos cómo evolucionamos. No sé si será el final porque nosotros queremos seguir dando alegrías a los aficionados», dice Gasol, la gran figura de un equipo que, cimentado en los juniors de oro que ganaron el Mundial en 1999, sumó en los últimos 13 años dos bronces (Europeos del 2001 y 2013), cuatro platas (Europeos del 2003, 2007 y Juegos Olímpicos del 2008 y 2012) y tres oros (Mundial del 2006 y Europeos del 2009 y 2011).

Gasol, Navarro y Reyes regresan al equipo tras tomarse un descanso en el 2013. Los tres ganaron la final de imberbes en Lisboa en 1999 -Calderón se perdió aquel torneo por lesión- y a los 34 años, otro título en Madrid ante el calor de la afición el 14 de septiembre sería un broche perfecto, quizás un punto final a la selección para resguardar el físico en la recta final de sus carreras. Los Juegos de Río 2016, sin embargo, seducen a unos veteranos que rejuvenecen siempre con sus compañeros en la selección.

España, como demostró con el bronce en Eslovenia 2013, podría seguir entre los mejores aún sin Navarro y Gasol, sus grandes figuras. Rudy Fernández y Marc Gasol (29 años), Sergio Rodríguez y Sergio Llull (26), Víctor Claver (25), Serge Ibaka (24), Ricky Rubio (23) y Alex Abrines (21) -todos ellos presentes en el Mundial- auguran una continuidad si no tan brillante, al menos sí reluciente.

Ninguno de los grandes nombres de la selección faltará al Mundial, en el que España tendrá máxima exigencia por su riquísimo plantel, por jugar en casa, por su experiencia y porque Estados Unidos, vigente campeón, no tendrá su brillante «versión olímpica», sino una «variante Mundial», más joven y modesta pero repleta siempre de talento.

Pero hay más razones. España, la reina de Europa y emparentada ya con míticas selecciones como Yugoslavia y la URSS, ha encadenado siete metales en los últimos ocho años y es la única capaz de plantar cara a la superpotencia NBA de Estados Unidos, su verdugo olímpico en 2008 y 2012 y con la que pretende enfrentarse de nuevo en la final de un torneo diseñado para que los dos equipos choquen sólo en el duelo definitivo, sin posibilidad de un enfrentamiento más temprano.

«Todo el mundo da por hecho que vamos a jugar la final contra Estados Unidos, pero antes hay mucho trabajo», alerta Gasol, uno de los cuatro pívots de un equipo que destaca por su poder bajo los aros con los dos hermanos Gasol, con Ibaka -tres estrellas de la NBA- y con el solvente Reyes.

«Nuestro juego interior es de los mejores del mundo, es un lujo, su influencia es brutal», afirma el seleccionador, Juan Antonio Orenga. «Los equipos van a intentar contrarrestar nuestro juego interior con defensas cerradas y ahí debe aparecer nuestro juego exterior, ya que tenemos a los mejores aleros de Europa y bases de NBA», subraya el técnico a jugadores como Calderón (New York Knicks), Rubio (Minnesota Timberwolves) y Rodríguez (Real Madrid).

España, que ha ganado todos sus amistosos de preparación, debutará el sábado ante Irán en Granada, donde disputará la primera fase también frente a Egipto, Brasil, Francia y Serbia. Luego, si todo va según lo previsto, los cruces sin posibilidad de error en Madrid a partir de octavos de final.

«El objetivo de este equipo es ganar la final», dice Pau Gasol sin eludir el papel de favorito de un conjunto que rozó la gloria en casa en el Europeo 2007 y que ahora persigue su segundo título mundial, continuar con los éxitos y coronar con más oro a su generación más brillante.