Camila optó por no arriesgar una lesión y se despidió del Eslálom en octavos

La Voz

PONTECESURES

27 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La palista del Náutico Pontecesures volvía a competir ayer en el lago Xuanwu de Nanjing, en una prueba, el K-1 Eslálom, inédita en su currículo y muy alejada del fondo y las formas de competición de una kayakista centrada en forjar una gran carrera mundial en pista olímpica. De ahí que el haber superado aunque solo fuese la primera criba, y concluir y final con un decimoquinto puesto (1.40,162) en los octavos de final, es todo un logro para Morison.

«El Eslálom fue una experiencia muy bonita, pero no quise arriesgarme a una lesión y decidí no tomármelo muy en serio, ya que ya había cumplido con mi parte, que era el K-1 Sprint», decía ayer la cesureña desde Nanjing ante una modalidad que, entre otras particularidades, arrancaba con el lanzamiento al agua desde una plataforma a 4 metros de altura del agua.

Lejos de superar la primera serie, con ocho plazas directas para los octavos entre las 20 competidoras del K-1 Eslálom, Morison entró en la repesca con la decimoséptima marca, 1.39,448, y en ella pasó la criba al límite con el octavo tiempo, 1.43,028. En todo caso, «me encantó poder remar esta prueba», confiesa Camila.