El Santiago Futsal tiene el molde

M.G. Reigosa SANTIAGO / LA VOZ

DEPORTES

El croata Kike mostró una habilidad especial para la presión y los robos de balón.
El croata Kike mostró una habilidad especial para la presión y los robos de balón. álvaro ballesteros< / span>

Encara su undécimo curso en la élite con el presupueto más bajo y la plantilla más joven, pero con la filosofía de siempre, la de la lucha sin cuartel

01 sep 2014 . Actualizado a las 12:20 h.

Esta es la undécima temporada consecutiva del Santiago Futsal, antes Lobelle, en la máxima categoría del fútbol sala. La encara con el proyecto más joven de su historia, al propio tiempo el más austero. Más incluso que el de la campaña del estreno en la élite. Pero la filosofía de juego es la de siempre. El molde no cambia.

En la última década, es el único que ha roto la hegemonía de los tres grandes con el título de Copa conquistado en Zaragoza. Todas las demás se las han repartido el Inter Movistar, el ElPozo Murcia y el Barcelona. Y en la Liga nadie ha podido romper la lógica de los tres grandes presupuestos.

En esos diez años, el Santiago ha sabido tejer una de las estructuras de cantera más productivas de España. Y se ha forjado una identidad de equipo incansable en la lucha, alérgico a la resignación, una identidad a la que ha sido fiel en las maduras. Y, por lo visto en el reciente Desafío Star Center, también en las duras.

El club afronta una temporada llamada a marcar un punto de inflexión en el gráfico de su salud económica. Con esa intención ha puesto en marcha el proceso concursal, para reestructurar su deuda y acabar con el sinvivir de los dos últimos años. Ese es el gran objetivo, el del reflotamiento de sus finanzas.

Y con ese norte ha configurado un plantel muy joven, con poca experiencia en la categoría, pero aguerrido. Entre los nuevos, salvo el retornado Marcos Vara y su compañero de demarcación, Iker, que la pasada campaña trabajó en el Inter junto a Luis Amado y Jesús, todos se estrenan en Primera División. Si acaso, también se podría hacer una salvedad con Marci, que en su anterior etapa, desde el filial, llegó a asomarse testimonialmente.

Pero los nuevos ya han dejado entrever que por atrevimiento y empuje no va a quedar. El croata Kike es un recuperador de balones insaciable; Lucas Bolo, pese a su juventud, ya ha mostrado jerarquía en su debut, y su compatriota Gallego Rodríguez es de los que va a conectar con la afición porque lleva dentro ese talento de quienes hacen cosas distintas; Iker ha derrochado sobriedad debajo de los palos; y Dani Chino puede ser una de las gratas sorpresas de esta temporada porque se maneja bien en los movimientos de pívot y tiende a encontrar las soluciones más sencillas. A Borja se le nota el aplomó de sus 28 años. Y falta por debutar Iván, el último en llegar. Y el canterano Iago ya pide paso. Otro de los que no se arruga.