Directivos y técnicos del CN Monforte siguen con preocupación los últimos acontecimientos con respecto al posible cierre temporal de la piscina municipal. El presidente de la entidad, Diego Valcarce, mantuvo en los últimos días una reunión con el alcalde, Severino Rodríguez, en la que le mostraron esta inquietud. «Salimos esperanzados de este encuentro, porque nos dijo que posiblemente hoy se supiera definitivamente si el cierre será una realidad o si continúa abierta», apunta Valcarce.
El máximo mandatario del CN Monforte cruza los dedos para que llegue una solución para que sus nadadores puedan seguir entrenando con normalidad y de este modo asegurar su presencia en los campeonatos gallegos y de España. Admiten que si cierra, la temporada estará prácticamente perdida.
La solución en caso de cierre pasaría, como ya comentó la semana pasada Valcarce, por desplazarse a las piscinas de Chantada o de Ourense. «Si nos ponemos en el peor de los escenarios, tenemos la intención de solicitar ayuda a la Diputación de Lugo y al Ayuntamiento que nos ayude a sufragar los gastos que tendremos», dice Valcarce.
Presupuestos de viaje
La junta directiva ya tiene sobre su mesa los presupuestos. Desplazarse a Chantada cada día supondría un desembolso de 120 euros, lo que multiplicado por tres serían 360 euros a la semana, y esto durante tres meses, que es el tiempo que se estipula que podría estar cerrada la piscina. En caso de viajar a Ourense, el gasto de desplazamiento diario ascendería a 150 euros. A todo esto habría que añadirle el coste de alquiler de las instalaciones. Un escenario ruinoso desde el punto de vista económico para el club.
«Perderíamos mucho dinero, pero lo que nos preocupa es que los cuarenta niños que tenemos en la base se desenganchen y opten por inscribirse en otras modalidades deportivas», comenta el presidente.
Por lo que respecta a diez nadadores de élite, la preocupación radica en su no participación en varios torneos. «Nuestros deportistas se perderían los campeonatos gallegos y de España de invierno, porque no podrían entrenar adecuadamente. Sería, como ya comenté la semana pasada, tirar toda la temporada por la borda, y a un club humilde como el nuestro, esto le puede hacer mucho daño», añade Valcarce.
Precisamente con respecto a los entrenamientos, estas sesiones preparatorias serían distintas. Actualmente, los mayores entrenan a las tres y media de la tarde, y los más pequeños lo hacen tres horas más tarde. En caso de tener que desplazarse bien a Chantada o a Ourense, habría que unificar los horarios para hacer solo un viaje con el fin de ahorrar costes. «Nosotros confiamos en que todo se solucione, pero estamos preparados para todos los escenarios», concluye.