Un «All Black» y un «Springbok» en territorio vilagarciano

Roi Palmás
Roi Palmás VILAGARCÍA / LA VOZ

DEPORTES

Andrew Parata (izq) y Mpho Mbiyozo (der), ayer en la Escuela Oficial de Idiomas de Vilagarcía.
Andrew Parata (izq) y Mpho Mbiyozo (der), ayer en la Escuela Oficial de Idiomas de Vilagarcía. adrián baulde< / span>

Un neozelandés y un sudafricano que juegan en la élite impartieron una charla ayer en la Escuela Oficial de Idiomas de Vilagarcía

27 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer se vivió una jornada poco habitual en la Escuela Oficial de Idiomas de Vilagarcía. El salón de actos se quedó pequeño -y eso que hubo hasta dos oportunidades- para escuchar los testimonios de dos jugadores profesionales de rugbi que llegaron para compartir los secretos y mitos de este noble deporte en una de las plazas donde más se sabe y más se disfruta de los tres tiempos.

El sudafricano Mpho Mbiyozo (con 10 temporadas como profesional a sus espaldas) y el neozelandés Andrew Parata (8 temporadas en la élite), mostraron al centenar de asistentes -algunos amantes de este deporte y otros, posibles futuros valores de la disciplina del juego de contacto por excelencia- en riguroso y fluido inglés, cómo se vive el rugbi en sus países y sobre todo qué significa ser hincha y forofo de sus propias selecciones nacionales.

Sana rivalidad entre los springboks (Sudáfrica) y los All Blacks (Nueva Zelanda), que ilustraron con imágenes de algunas de las más espectaculares jugadas de este deporte y con las hakas (las danzas guerreras que simbolizan a cada uno de los contendientes, y a las que las escuelas de aquellos países le confieren un lugar destacado en su formación) sus intervenciones.

La conferencia, que acabó con preguntas del tímido público, dio para tratar temas como el deporte en la sociedad de aquellas naciones, el apartheid y las luchas raciales en Sudáfrica, la figura de Nelson Mandela, el sentimiento de unión de los pueblos y hasta el conflicto catalán.

Fervor compartido entre jugadores de la élite profesional, que pasan unos días en Vilagarcía, y el entregado público. La barrera idiomática no ha supuesto un problema en la patria de los ingleses y el hermanamiento a tres bandas parece tan profundo como duradero.