Víctor Valdés: «No volvería a ser portero»

La Voz

DEPORTES

El ex del Barcelona se sincera como nunca antes lo había hecho durante una amplia entrevista en la televisión colombiana

11 ago 2015 . Actualizado a las 17:37 h.

El exportero del Barça, Víctor Valdés, se sinceró como nunca antes lo había hecho en una entrevista concedida a la cadena colombiana RCN. «Me gustaría volver a nacer y darle la vuelta a lo que ha sucedido», declaró el futbolista, y algo que asegura que cambiaría sería la manera en la que se ha ganado la vida «si volviese a nacer no volvería a ser portero».

La trayectoria de su carrera deportiva fue el eje de toda la charla con el periodista colombiano Marlon Becerra. «Mi historia con el fútbol se resume a que me hicieron creer que servía y por circunstancias de la vida fui subiendo hasta ser profesional. Tuve la suerte de que confiaron en mí. Pero no es un camino fácil y seguramente no me han compensado los años que he sufrido con lo que ha ido bien. Si te tuviera que hablar de fútbol, te hablaría de miles de momentos de sufrimiento», reconoce el guardameta.

Valdés sufrió una lesión muy grave durante un partido contra el Celta, «es el único día que cambiaría de mi carrera», y cuenta como el destino le cambió la trayectoria, «la maldita jugada empezó con el árbitro pitando penalti. Yo presiono como capitán porque le digo que ha sido fuera del área. Él lo consulta con el linier y pita libre directo. Esa falta cambió mi vida porque en ella me lesiono. Si hubiese sido penalti seguramente no me hubiese lesionado».

Pero a pesar de ser un frenazo en su trayectoria, Val´des admite que durante su recuperación en Alemania su vida «dio un giro radical». «La lesión me hizo volver a sentir lo que era la vida no siendo futbolista. Los futbolistas vivimos una vida irreal. Volví a la vida real, una cura de humildad que me ha servido ahora que he vuelto como futbolista profesional. Yo vengo de tres meses en Augsburgo, de comprar mi billete de tranvía, de ir con muletas, de estar solo. Y eso no me lo quitará nadie. Volví a la vida real, a pagar un café, a tocar las monedas», sentenció.

Sobre su salida del Barça, Valdés reconoce que no ha sido como a él le hubiese gustado que fuera, pero no culpa a nadie, «no fue la deseada por culpa del tratamiento que tenía que seguir en Alemania y por culpa de mi carácter, me aparté y me fui. La gente seguramente esperaba mucho más de mi. Seguramente me recrimino ciertas actitudes de mi persona», confesó.

«No se sabía que pasaría, o si me hubieran tenido que cortar la pierna»

Durante la infancia, Víctor Valdés tuvo que pasar por un momento muy delicado que relata con total sinceridad: «Cuando tenía 12 años, ya estaba en el Barça, empecé a sentir un dolor muy fuerte en el aductor que luego me bajó a la pierna. Tras una semana en el hospital sin saber que tenía, descubrieron una bacteria que estaba empezando a comerme el hueso de la tibia. Me había entrado por unas heridas en el brazo. Fueron momentos malos porque vi que mi familia sufría, pero por ese ángel de la guarda que siempre ha velado por mí, tras la intervención, la pierna creció a la par que la otra. No se si sabía que eso pasaría, o si me hubieran tenido que cortar la pierna. Por fortuna salí».

«Un payaso en el vestuario»

Pero también valora a los profesionales de los que se ha rodeado durante su carrera deportiva y lo que más valora en ellos es «la comunicación».«Tuve la suerte de estar con Pep Guardiola. Aparte de las enseñanzas él fue un catedrático. Se adaptaba si tenía que decirle algo a uno o a otro. Eso es lo más difícil para un técnico, que sepa adaptar su orgullo y su mensaje al futbolista. No es fácil manejar lo egos», afirma el arquero.

OLI SCARFF | Afp

La imagen que ha ofrecido de cara a los medios Víctor Valdés es el de una persona seria y lejana, pero en el vestuario, esa imagen no era la misma. «Yo siempre me llevé bien con todos los jugadores de los vestuarios de los que he formado parte. Siempre hay con quien te llevas mejor, pero yo soy muy bromista. Me gusta hacer el payaso. Yo soy medio bufón, y siempre me he hecho más con los jugadores que aceptan mis bromas. Un ejemplo es Xavi. Se ha reído conmigo como nadie. Hemos vivido momentos irrepetibles dentro y fuera del vestuario. Y los que quedan, porque esa sí que es una amistad irrompible».

Y entre esos momentos irrepetibles de su carrera destaca la final de la Champions en París. «Guardo un DVD muy especial, es un recopilatorio del evento más especial de mi carrera, la final de Champions de París. Esa es la noche de mi carrera, porque por cómo fue a partir de ahí mi carrera fue hacia arriba», y añade: «Repito, repito y repito la imagen de la celebración con la gente de Barcelona, levantando la Copa de Europa, fue muy especial», confesó.

Su carrera fuera de los terrenos de juegos

Al portero del Manchester United (aunque ahora peleado con Van Gaal) no le cuesta nada admitir que «no le gusta la fama», tampoco hacerlo de su vida una vez que se retire «cuando se apague la luz yo estaré con mis hijos, enseñándoles lo que puede llegar a ser que se te encienda la luz. Solo espero que sea difícil encontrarme cuando se apague esa luz», apunta, y espera que su carrera esté enfocada a los más pequeños. «Me he llegado a emocionar con los mensajes de Twitter y Facebook que me han mandado niños, de portero a portero. Piensan que no los miro, pero los leo todos. El chaval que te escribe tendrá 10 años y yo 33, pero somos iguales, somos porteros. Y ése es mi camino, estar con ellos, con los niños. Porque ellos sí son honestos y no me van a mentir».