Que responda ante la jueza

Fernando Hidalgo Urizar
Fernando Hidalgo EL DERBI

DEPORTES

02 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Lendoiro arruinó el Deportivo. Lo dejó como un solar mientras él se enriquecía, colocaba a su familia y disfrutaba de un tren de vida propio de un multimillonario. Todo ello, despreciando las leyes, pisoteando libertades y cruzando líneas rojas de la decencia moral. Por eso son muchos los que se han estado preguntando cómo es posible que se haya ido de rositas sin rendir cuentas por sus irregularidades.

Cualquiera que lea el informe concursal elaborado en su momento por los administradores del Deportivo, se frotará los ojos y no entenderá nada, porque a pesar de todo lo que en él se dice, nada ha pasado.

Ahora, en cambio, y gracias a dos pertinaces accionistas, su gestión pasará por el tamiz de una jueza, que es lo mínimo que se merece el Deportivo, el gran perjudicado en toda esta historia. Y es que es al club coruñés al que hasta la fecha se le ha robado el derecho a que se depuren las responsabilidades que haya que depurar y a que alguien pague lo que tenga que pagar. Evidentemente, será la jueza quien tome decisiones en su momento, pero Lendoiro deberá responder a sus preguntas y justificar una gestión trufada de marrullerías y decisiones tan controvertidas como reprobables.

Recordemos, por ejemplo, que Lendoiro inflaba los presupuestos. Que su previsión de ingresos era siempre sensiblemente más elevada que la que realmente se producía. Y que gracias a ello su sueldo crecía. Resulta curioso ver cómo, ahora que Lendoiro ya no está y que no existe un sueldo que dependa de los presupuestos previstos, se produce exactamente lo contrario, es decir, que los ingresos reales están siendo más elevados que los estimados al comienzo del ejercicio, ¿Por qué? Recordemos también sus mentiras: la deuda con Hacienda, las cuentas que presentaba cada año, que siempre daban beneficios a pesar de que la deuda crecía y crecía hasta cotas inasumibles.

Hasta ahora, Lendoiro se ha burlado de todo el mundo, con lo que se ha enviado a la ciudadanía un mensaje ciertamente descorazonador. Tampoco hay que olvidar que si actuó con impunidad fue porque a lo largo de su trayectoria gozó de colaboradores que, bien de forma activa, o bien mirando hacia otro lado, consintieron su gestión.

Con la imputación de ayer, comprobamos por lo menos que, aunque muy tarde, la justicia puede hacer acto de presencia. De no haber sucedido así, el Deportivo sería víctima para siempre de una gran injusticia.