El Pontevedra se reivindica ante el Coruxo

Carmen García de Burgos LA VOZ / PONTEVEDRA

DEPORTES

RAMON LEIRO

La actuación de Borjas lidera la superioridad de los granates ante un rival que llegaba líder a Pasarón

05 oct 2015 . Actualizado a las 10:32 h.

Se mereció el Pontevedra los tres goles, y se mereció también Pasarón que concediera una tregua el temporal para ver cómo los granates recibían el resultado que llevaban tantas jornadas peleando. No solo por los tantos de Borjas y Jandrín, sino también por haber ganado un partido al que imprimeron el ritmo que el Coruxo intentaba ralentizar. Reaccionaron los vigueses al final de la segunda parte, pero no les dio tiempo a recuperar lo que habían dejado escapar los setenta minutos anteriores.  

Nadie en Pasarón esperaba que el líder -el líder de la sexta jornada, sí, pero el líder al fin y al cabo- fuera a salir al campo tan replegado y con tanta inseguridad frente al ataque de los granates. No fue hasta el minuto diez cuando los verdes repelieron la primera jugada de peligro del Pontevedra, ni hasta un minuto después cuando lograron lanzar su primer tiro a puerta desde la bota de Antúnez, que no llegó a Edu.

El equipo de Luisito aprovechó su mayor fortaleza, su rapidez y destrelas acciones ofensivas, para desmontar la desordenada defensa del Coruxo, que iba perdiendo seguridad a medida que pasaban los minutos. No hubo demasiadas ocasiones de gol en la primera parte, y las pocas que se dieron no consiguieron hacer saltar a la afición de sus asientos. Y eso que el minuto 1 quedó marcado por un centro desde la derecha de Jandrín para Borjas que logró despejar un central, evitando que llegara siquiera a la portería.

Hubo que esperar desde entonces hasta el minuto 22, cuando Borjas hace un lanzamiento raso y flojo que frenó Brais sin complicaciones. Y así, en el área de los verdes transcurrió el resto del primer tiempo, hasta que en el minuto 38 estuvo a punto de pasarles factura con un centro desde la izquierda de Verdú, que despejó en el primer palo Cifuentes. Fue precisamente en el despeje cuando el balón salió ligeramente desviado por encima del larguero. 

Silbidos para un penalti

Aunque no fue una jugada especialmente memorable, sí propició un córner que dio lugar a una jugada algo polémica. Borjas le metió un balón a Jandrín, que encaró la portería. Pero, antres de que le diese tiempo a rematar, Cifuentes le barrió por detrás, llevándose la pelota y, según Pasarón, también al propio delantero. La afición se levantó, gritó y silbó para exigir un penalti al que no accedió el árbitro. 

Pudieron haber aprovechado  mucho más los vigueses los puntos débiles y los espacios muertos que dejaban los locales, como el que se notaba entre Campillo y Capi, pasillo por el que entraron los visitantes en más de una ocasión. Pero a ratos iban perdiendo fuelle, o interés, o ambas cosas.

Con el dominio del balón y las ideas más claras que los vigueses, el descanso sirvió al Pontevedra para recargar fuerza y energía, y confirmar cuál era su papel sobre el césped. Solo dos minutos depués de volver al campo de juego, los granates se habían afianzado en sus posiciones y encontrado su lugar: el mando del partido. 

Fue Borjas el encargado de hacer oficial el giro que acaba de tomar el partido y el sello que llevaría ya impreso hasta casi el minuto 90. El escudo del Pontevedra se clavó en la portería desde las botas de Borjas, el goleador granate de la temporada por méritos propios, tras un pase de Verdú. Le costó al balón llegar hasta la red, pero lo hizo, levantando a Pasarón e inagurando una sangría de goles que, además de calidad estética, rebosaban justicia. 

Tras una falta a Mouriño, el árbitro decidió aplicar la ley de la ventaja, permitiendo que el balón llegara a Jandrín, que se encontró con la pelota muerta, se plantó ante Brais, y tiró a su derecha, marcando el segundo de la jornada. Segundos después salía el sol en Pasarón y el partido empezaba a coger el ritmo que tendría que haberlo marcado desde el primer minuto. Los pontevedreses pautaban el encuentro y le imprimían dinamismo. 

A remolque

El Coruxo tuvo que reaccionar y unirse a las intenciones del Pontevedra. Y así, arrastrados por la corriente granate, en el minuto 61 lograron dar algo de protragonismo a Edu. Por primera vez, el guardameta del equipo local tuvo oportunidad de parar el primer lanzamiento. 

Una vez estrenado el portero pontevedrés, las miradas volvieron a girarse hacia Brais, que encajó un tercer gol apenas once minutos después del segundo, en el 69. Volvió a verse las caras el guardameta vigués con Borjas, que ha decidido grabar su nombre en la historia de la vuelta del Pontevedra a Segunda B.

Ni siquiera se puede decir que el cuarto gol de la tarde, el primero del Coruxo, se debiera a un exceso de confianza o a un ataque de cansancio. Los granates no dejaron de correr y, aunque no lograron volver a alcanzar la portería contraria desde que marcaron el 3-0, siguieron exhibiendo un buen juego. No. Fue consecuencia de un despiste de Verdú que, a pesar de ver cómo Ortiz acababa de centrar a Mella para que este rematase, se confió, y creyó que llegaría a tiempo Edu para pararla. Este le avisó de que no era así, pero el nuevo fichaje entendió que no había tal peligro. Y entraron en la portería. Los dos: el balón y Verdú.

Intentó el Coruxo reaccionar en los últimos minutos: reforzó el ataque, dominó, sacó a un delantero y crearon alguna ocasión de gol, que repelió Capi diligentemente en el minuto 87. Pero para entonces ya era tarde. Al menos, para los verdes.

Pontevedra: Edu, Adrián, Verdú, Campillo, Capi, Kevin Presa, Jandrín (Tomás, min 72), Álex Fernández, Borjas, Mouriño (Bruno, min 87), Jacobo (Tubo, min 67).

Coruxo: Brais, Á. Bastos, Cifuentes, Medina, Alberto, Santi Comesaña (Acoidán, min 77), Pedro Vázquez (Salinas, min 87), Antúnez (Cristóbal, min 15), Ortiz, Armental, Mella.

Goles: 1-0. min 51: Borjas; 2-0. min 58: Jandrín; 3-0. min 69: Borjas

Árbitro: Fernando Román Román. Amonestó a Edu por pérdida de tiempo y a Luisito en el Pontevedra, y a Pedro Vázquez, a Mella, a Medina  y a Cifuentes en el Coruxo