Los olímpicos gallegos no se plantean renunciar a Río por este peligro

P. Alonso, A. Bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Marta Clavero / Marco Gundín

Seguirán todas la recomendaciones y rebajan la percepción de que se trate de un riesgo grave

31 may 2016 . Actualizado a las 22:05 h.

Algunos de ellos han competido en Brasil después de que se desatase la amenaza del Zika y en su estancia en el país que albergará los Juegos no han sentido un riesgo especial. Por eso, y por los mensajes que van recibiendo en relación a este problema, los olímpicos gallegos no se plantean renunciar a Río debido a un asunto que Pau Gasol se encargó ayer de devolver a la primera línea informativa. Seguirán las recomendaciones y extremarán las precauciones, pero para casi todos ese viaje al otro lado del Atlántico representa el sueño de una vida. «¿No ir? No, hombre, no. Iván Pastor [regatista olímpico de Alicante] entrena allí todo el año y no le ha pasado nada», comenta el pontevedrés Fernando Echávarri, que peleará por una medalla en la clase Nacra 17 de vela y que acaba de ser atracado a punta de pistola en Río. Fue oro en Pekín junto a Antón Paz y entiende que se debe huir de las psicosis: «Aquí también te pueden pasar cosas. Yo perdí un dedo navegando en Santander. Evidentemente tendremos que tener cuidado, protegernos contra los mosquitos, que se refuerce la seguridad y también deberemos estar pendientes de las infecciones por la contaminación del agua, que sí está siendo algo preocupante. Un chico se hizo un corte en la bahía, no esperó lo suficiente para volver de nuevo al mar y tuvo que regresar a Europa y estará por lo menos 15 días sin poder navegar».

«Creo que para los regatistas, nuestra última preocupación es el virus del zika», incide la patrona pontevedresa Támara Echegoyen, que intentará repetir el éxito que firmó en Londres, donde se colgó la medalla de oro. En esta ocasión, en la clase 49erFX. «No tengo planes de quedarme embarazada. Quien los tenga, entiendo que debe protegerse de manera adecuada. Hablo a menudo con la doctora de la federación y relativiza mucho la importancia de este tema», apunta Echegoyen.

Otro de los que ha ido de forma regular a Brasil es Iago López, natural de Porto do Son y tripulante del barco español de la clase 49er recientemente clasificado para los Juegos. «Tanto en la regata preolímpica como en la Copa de Brasil del 2015 no hemos notado que el zika fuese una verdadera amenaza», cuenta.

El triatleta ferrolano Javier Gómez Noya también tiene claro que, mientras la OMS no diga lo contrario, viajará a Brasil: «Cuando escuchas ese tipo de cosas te preocupas. Pero si la OMS y los organizadores aseguran que no existen problemas para nuestra salud, nosotros los creemos». «No sé hasta qué punto es grave, pero no le doy más vueltas, continúo enfrascado en la preparación», indica el pentacampeón del mundo, que consiguió el triunfo en agosto del año pasado en la prueba test de los Juegos que se desarrolló por el circuito de Copacabana. «Entiendo que Gasol dice lo que dice porque ya lo ha ganado todo, pero para mí significa la oportunidad de mi vida y un sueño», comenta el arquero de As Pontes Miguel Alvariño, quien destaca: «Voy a ir, pase lo que pase». En la misma línea se pronuncia la nadadora de Ribeira María Vilas. «En ningún momento me he planteado no asistir. He luchado muy duro para estar en estos Juegos», revela la joven deportista de 20 años.

«Gasol no aporta nada nuevo. Vamos a ir pocos días a competir y estaremos o en el hotel o en el campo de regatas y creo que viviremos lejos de ese peligro», recalca el palista de Viveiro Cristian Toro, que se clasificó en la modalidad de kayak biplaza.