Los 129 derbis de Berizzo y Garitano

P. Barreiros / X. Fernández A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

El Celta y el Deportivo llegan al duelo de Balaídos dirigidos por dos técnicos con un amplio currículo de partidos de rivalidad cuando eran futbolistas y ahora también como entrenadores

22 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuesta imaginarse partido más imprevisible que los de rivalidad. Los hay que resultan un pestiño, pero también vibrantes y apasionados. Unos son barriobajeros, frente a los que se destapan educados y corteses. De estos pelajes, y algunos más, los habrán visto Berizzo y Garitano, quienes añadirán mañana (12.00 horas, digitales) otro más a sus carreras, pero el primero que los enfrentará desde los irreconciliables banquillos del Celta y del Dépor. Berizzo acumula 43, mientras Garitano llega a los 86. Su trayectoria como futbolistas profesionales se añade a su currículo en los banquillos. El vasco se lleva la palma con los 58 que disputó como jugador, muchos gracias a su estancia en Segunda B, primero en el filial del Athletic y luego en el Ourense, antes de asomarse en Primera con la Real Sociedad. Poco parecen tener que ver aquellos recuerdos con los de su homólogo, que jugó en Argentina y México antes de desembarcar en Europa y llegar al equipo vigués para enfrentarse de corto al Dépor que acababa de proclamarse campeón de Liga.

Argentina se revela como el país de los mil derbis. A los que adornan su capital, con el Superclásico a la cabeza, se le agregan los de otras ciudades, como el que enfrenta a Newell’s y Rosario Central. Fue el primero que conoció Berizzo, que jugó cinco desde las filas de Newell’s. El primero en que saltó al césped tuvo que suspenderse e insólitamente se le dio por perdido a ambos. En México fichó por Atlas, que disputa el clásico tapatío contra Chivas. Solo ganó uno de los seis que jugó.

De vuelta a su país, pero esta vez a las filas de River Plate, tiene el récord de expulsiones en tres partidos consecutivos contra Boca, pero solo ganó una vez -correspondiente a la Copa Libertadores- aunque el eterno rival pasó la eliminatoria. Ya en Europa, recaló en Marsella, donde empató el derbi de proximidad contra el Mónaco, antes de llegar al Celta, donde su esquiva suerte en los partidos de rivalidad poco cambió. Ganó tres, pero solo uno al Dépor, el disputado en Balaídos que llevó al equipo vigués a la Champions. Los otros dos fueron uno de Copa al Compostela y otro en Segunda al Racing. Se le dieron mejor los derbis andaluces que jugó con el Cádiz. Ganó tres, pero quizá recuerde más cuando por primera vez se vio las caras con Garitano. En mayo del 2006 la Real se llevó un punto, con gol incluido del actual técnico del Dépor, y dejó al equipo de Berizzo herido de muerte para el descenso.

Si el actual técnico del Celta conoció a Bielsa, su padre futbolístico, en Newell’s, el entrenador del Dépor seguro que aún recordará que se enfrentó a su propio progenitor desde la Real Sociedad. Fue un derbi contra el Athletic en enero del 2007. En realidad, no llegó a jugar, fue suplente, pero su padre, Ondarru, era ayudante de Mané en el banquillo del eterno rival. Y, con la camiseta del Ourense, se enfrentó al Fabril en el campo de A Grela en octubre del 2000. 

En San Mamés

Como entrenador jugó nada menos que 17 derbis en Segunda B con el Eibar, pero ninguno como la eliminatoria de Copa que disputó contra el Athletic, al que obligó a llegar a los penaltis en San Mamés antes de caer apeado. Tampoco olvidará su primer derbi en Primera, en la jornada inaugural de la temporada 14-15 y su estreno como técnico en la máxima categoría. Javi Lara batió de imposible lanzamiento de falta a la Real Sociedad para dar los tres puntos a su equipo. En cambio, su última experiencia en Valladolid antes de llegar al Dépor no fue positiva, ni siquiera en los derbis.

A Berizzo le tocó entrenar al vecino rico en sus dos experiencias de rivalidad previas a la fiesta del fútbol gallego. Dirigió a Estudiantes en un único clásico de La Plata contra Gimnasia y ganó, mientras condujo seis veces en Chile al O’Higgins en el clásico huaso contra Rangers de Talca: ganó tres, empató dos y perdió uno. En su estreno en el banquillo del Celta, ganó los dos primeros contra el Dépor, pero ninguno de los disputados la pasada campaña, perdió en el que lo enfrentó poco después de endosar cuatro goles al Barça y empató el pasado mes de abril. Fue la última fiesta del fútbol gallego, antes de la que mañana enfrentará en Balaídos por primera vez a estos dos auténticos especialistas en derbis.