«Galicia olímpica»

D. A. B. REDACCIÓN

DEPORTES

Libro que repasa la historia reciente del olimpismo gallego

17 ene 2017 . Actualizado a las 13:49 h.

Álvaro Alonso // Reportajes // Teófilo Edicións // 416 páginas

Cuando logró la marca mínima para clasificarse para los Juegos de Sídney, la lanzadora de jabalina Marta Míguez -la actual secretaria xeral para o Deporte- no fue capaz de que su madre comprendiese toda la importancia de su conquista. Hasta que durante la misa de San Julián Degollado, en Louredo (Cortegada), el cura pidió un aplauso para que los feligreses reconociesen su hazaña. La anécdota es una de las que ilustra el libro Galicia Olímpica, del periodista Álvaro Alonso, un viaje de sueños y tesón.

La historia reciente del olimpismo gallego tenía pendiente un libro de referencia. Aunque la edad de oro de los atletas del país comenzó en el 2004, con el oro y la plata de David Cal en Atenas, el bum se anticipó en Barcelona 92. En los Juegos de Atlanta 96 arranca el minucioso trabajo de Galicia Olímpica, que termina en Londres 2012. Anécdotas, resultados y confesiones conviven en los 27 capítulos de un libro en el que participaron los 48 gallegos olímpicos entre 1996 y 2012.

Alternando detalles personales, el sufrimiento de los entrenamientos y la emoción de las competiciones, Álvaro Alonso retrata los años del bum. En Atlanta 96, José Luis Torrado O Bruxo se plantó en la villa para llevarse al grupo de deportistas gallegos en limusina a comer churrasco. En esos Juegos coincidieron tres atletas de la misma parroquia de San Xián de Marín, el palista José Manuel Crespo y los atletas Elisardo y Carlos de la Torre. Este, carcomido por los nervios, sin darse cuenta corrió la eliminatoria de los 10.000 metros con la acreditación colgada del cuello. La historia de superación de Javier Gómez Noya -diagnosticado en principio con una anomalía cardíaca que le podía impedir competir en la élite-, la fuga de la delegación cubana del lanzador Frank Casañas... Vidas y sueños convertidos en libro.