Borja Golán: «El gimnasio es mi segunda casa»

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ABRALDES

Solo piensa en mejorar, estar en forma y alargar un poco más su carrera deportiva

23 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Borja Golán (Santiago, 1983) tan solo tenía nueve años cuando empezó a golpear, ya con mucho estilo, una bola de squash. Unos meses después levantó su primer trofeo. En el 2009 cumplió uno de sus sueños y llegó al top 10 mundial, pero una grave lesión en Colombia frenó su gran escalada. Más de medio año en el dique seco no fue suficiente para enterrar su espíritu ganador y su enorme voluntad, pese a bajar al número 100 del ránking. Volvió con más fuerza e ilusión, dispuesto a comerse el mundo otra vez, y se colocó entre los cinco mejores en abril del 2014. El último septiembre alcanzó su mayor éxito deportivo al proclamarse en Praga campeón de Europa. Superó en la final al francés Gregori Gaultier, que había ganado el último Campeonato del Mundo. El mejor jugador español de squash de la historia venció en 14 de los últimos 15 Campeonatos de España. Solo se perdió la edición del 2010 por la lesión sufrida en Colombia. En el 2002 jugó su primera final y del 10 al 12 de febrero buscará en Madrid su título número 15.

-¿Cómo le fue en el 2016?

-La primera mitad del año fue muy buena, con buenos resultados. Gané en Guatemala un torneo de los más grandes del circuito. Después de conseguir el Europeo y competir muy bien en Hong Kong y China, tuve que parar dos meses. Volví en diciembre con buenas sensaciones.

-¿Ya está recuperado?

-Sí, aunque con mi edad las recuperaciones tardan un poco más, pero tengo muchas esperanzas para el 2017.

-¿Volverá al top 10?

-Estoy en el puesto 16 y ahora el ránking preocupa menos. Lo que sí me interesa es estar sano y poder entrenar como quiero. Si trabajo bien puedo estar a buen nivel para ganarle a los de arriba. No tengo como objetivo el top 10. Solo pretendo mejorar mi squash y alargar un par de años más mi carrera.

-¿Mantiene la misma ilusión después de tantos años?

-Llevo 16 temporadas en el circuito profesional y el cuerpo tiene un cierto desgaste, pero ahora intento cuidarme más. Planifico el trabajo de una forma diferente, ya que no se le puede dar tanta caña al cuerpo como hace diez años. Busco entrenamientos de más calidad y la forma de mejorar cada día.

-¿Dice que quiere mejorar su squash?

-Todavía tengo cosas que mejorar. Solo pido que me respeten las lesiones. Soy feliz jugando al squash.

-Una pregunta obligada, que seguro le hicieron muchas veces a medida que va cumpliendo años. ¿Para cuándo su retirada?

-Siempre digo lo mismo, dos años más. No quiero retirarme por ahora. Si soy competitivo como hasta ahora, seguiré. Disfruto con lo que hago y soy muy exigente. Mi adiós lo pueden marcar las lesiones. Hago lo que me gusta y creo que tardaré un poco más en despedirme.

-¿Recuerda algún día de su vida que no haya ido al gimnasio?

-La verdad es que no. Desde niño el gimnasio es mi segunda casa.

-Dice usted que ahora busca entrenamientos de mayor calidad, ¿qué quiere decir?

-Llevo unos 19 años haciendo pretemporada de verano, dos meses de entrenamiento muy duro. Hoy esa base ya no la pierdes con nada que hagas. Lo que persigo es hacer ejercicios para que el cuerpo no sufra tanto, menos físicos y más recuperación para tener los músculos listos. Antes, te machacabas por la mañana y también por la tarde. Ahora necesito hacer más recuperación por la mañana y más físico por la tarde. Con los años vas cambiando, aunque sigo haciendo doble sesión. Me centro más en cuidar el cuerpo, si bien al final cuando hay torneos las horas vienen siendo las mismas, dos por la mañana y otras dos por la tarde. Sin torneos es algo más, unas cinco o seis al día.

-¿Pensó abandonar Galicia para entrenarse en un país con mayor tradición de squash?

-Lo hice con 18 años. Me fui un año a Inglaterra a trabajar allí con jugadores profesionales. Aprendí muchísimo, con buenos entrenadores y con jugadores que eran mucho mejores que yo. Estudié sus métodos y los fui aplicando en mis entrenamientos. Pero como en casa no hay nada. Fuera se aprende mucho, pero estar a gusto es fundamental para un profesional. Y no hay color cuando trabajas al lado de tu familia.

-¿Ser campeón de Europa fue su mejor premio?

-Da mucho prestigio, y más ganándole en la final al campeón del mundo y número dos. Pero quedé muy contento en Guatemala, el más grande del circuito que gané. Feliz con los Campeonatos de España, pero el título en Área Central, en el open internacional de Santiago, ante mi gente, es el que más alegría me dio. Fue algo inolvidable.