El escándalo ético de la federación

Paulo Alonso Lois
P. ALONSO REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

BENITO ORDOÑEZ

Para protegerse de la FIFA Villar creó un comité ético que nunca se reunió y con un presidente afín que se niega a actuar de oficio, pese a que el reglamento lo permite

11 mar 2017 . Actualizado a las 10:02 h.

Ángel María Villar quiere convertir el Comité de Ética de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en su pararrayos ante la FIFA. El organismo internacional apartó a Josep Blatter y Michel Platini por casos de supuesta corrupción. Fueron inhabilitados en una demostración de independencia, algo que parece imposible que suceda en España. La triple imputación del dirigente vasco en el caso Haití -con el uso injustificado de 1,2 millones de euros que debían destinarse a planes de cooperación, teóricamente vinculados con la candidatura ibérica al Mundial del 2018- le podría obligar a dar explicaciones ante el organismo internacional. Algo que abriría la puerta a una posible inhabilitación. Aunque el caso se encuentra en el juzgado, con el dirigente vasco señalado como investigado -antigua figura de imputado- por prevaricación, malversación y apropiación indebida, la FIFA podría apartarlo antes de que se sustanciase una sentencia en España, como sucedió con Blatter y Platini. Pero Villar creó a principios del 2015 un órgano a su medida que supuestamente vela por la integridad de los miembros de la RFEF y su buena gobernanza. Aunque solo sea a nivel formal, la existencia de esa figura ya en España podría frenar la actuación de oficio del Comité de Ética de la FIFA, si no recibiese ninguna denuncia formal sobre el caso. 

Décadas con el presidente

«He recorrido todos los puestos». A través de la comisión delegada de la asamblea de la federación, Villar creó en enero del 2015 un código ético. Y para su vigilancia eligió a un afín, una persona que estuvo durante más de 20 años vinculada a la federación, Alfredo Flórez. «Estuve en el Comité de Competición, en el de apelación, en distintos rangos, en Primera y Segunda... En veintitantos años a nivel disciplinario he recorrido todos los puestos», admite el propio Flórez. 

Equívocos

La web de la federación difunde una composición errónea del comité. Según la propia información de la RFEF en su web, el comité ético lo forman Alfredo Flórez Plaza, como presidente, José Bermejo Vera y Jon Ander Gamboa. Serían tres afines a Villar, de acuerdo con la citada información.

Flórez Plaza pasó por varios puestos de relevancia con Villar. El segundo, Bermejo Vera, salía ayer en una foto junto al dirigente vasco en un acto en la federación y ejerció como asesor externo del presidente de la RFEF durante más de 20 años. Y el tercero, Gamboa, fue secretario general de la federación vasca, entidad tradicionalmente cercana a Villar. El articulado del código ético habla de independencia, pero los tres tienen vínculos con el presidente de la española.

Sin embargo, al parecer, la composición del comité de ética no es la que indica la web federativa, porque Bermejo nunca perteneció a él, según su relato y el de Flórez. El presidente del comité desconoce la identidad del resto de miembros: «Están un abogado vasco y una tercera persona que no sé quién es». 

Nula actividad

Ni una reunión. Flórez solo vio a los otros integrantes del comité cuando se constituyó. Nunca más volvieron a citarse. Ni una vez. Asegura que no se reunieron más porque nadie presentó una denuncia que lo motivase. «Nosotros no intervenimos de oficio, no tratamos hechos que no estén denunciados ante nosotros». 

El articulado

El apartado de «iniciación» permite abrir un expediente a iniciativa del comité. Pese a la tesis de Flórez, el código ético de la RFEF sí permite que abra diligencias por iniciativa propia. Tal como indica en el artículo 39 de iniciación de procedimientos: «La incoación de oficio se podrá producir por iniciativa del propio órgano o en virtud de denuncia motivada». La triple imputación de Villar en el caso Haití sería un caso clamoroso para que estudiase la activación del órgano instructor. «[El código] se aplicará a aquellas conductas que puedan perjudicar la reputación e integridad del fútbol, particularmente cuando se trata de un comportamiento ilegal, inmoral o carente de principios éticos», indica el artículo primero. 

Escasa independencia

«Ni me lo he planteado». Flórez no valora si la proximidad a Villar durante dos décadas le resta independencia. «Ni me lo he planteado. No puedo hacer conjeturas de un tema que no se me ha puesto sobre la mesa. No sé ni sobre qué le pueden denunciar», indica. Y admite que en su día ya fue recusado en la «comisión electoral».