«En el podio solo oía mi nombre»

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

DEPORTES

Tras ser segundo en Argentina, Jorge Prado se destaca como uno de los nuevos ídolos del motocrós

23 mar 2017 . Actualizado a las 18:01 h.

La carrera de Jorge Prado sigue dando pasos de gigante. El piloto lucense se embarcó a finales de febrero en una aventura ambiciosa: dar la vuelta al mundo para competir contra los mejores del motocrós internacional. Con 16 años recién cumplidos, la experiencia ha adquirido tintes épicos. Le han bastado tres pruebas del Mundial para colarse entre los mejores y hacerse con la plata en el circuito de Argentina.

«Estoy feliz, soñando. El resultado es maravilloso, sobre todo porque no me lo esperaba para nada», valora. Es sincero. El domingo se levantó completamente agotado tras la cita clasificatoria y pensó que las fuerzas le abandonarían durante la prueba. «He conseguido quedar segundo por cabezonería y rabia, porque me veía delante», apostilla.

Brillante como siempre en las salidas, le preocupaba venirse abajo si le adelantaban un par de pilotos. «Conseguí mantener la cabeza fría y la concentración. Es un circuito bonito y rápido en el que estar muy atento es fundamental», explica. En la segunda manga, un pique con Paul Jonass llevó sus fuerzas al límite. Finalmente, Jeremy Seewer se hizo con la primera plaza, pero el gallego pudo cerrar una buena carrera para terminar segundo.

Analiza el terreno que le ha aupado en la cita internacional: «Era muy engañoso, porque parecía arena, pero por debajo era duro y eso lo hacía tremendamente resbaladizo». Otro motivo para estar orgulloso. Especialista en arena por las condiciones del circuito belga de Lommel en el que entrena habitualmente, Jorge Prado se ha superado en una superficie que no era de sus preferidas. Muchos pilotos se cayeron y los favoritos en arena como él no quedaron precisamente entre los mejores. Él se mantuvo con solidez. «Sin duda completé mi mejor carrera en Argentina, ahora estoy ilusionadísimo con la cita de México».

Tiene una semana y media antes de volver a competir. Lo hará en el circuito mexicano de León. Mientras, Prado lleva un par de días en California, entrenando en la zona de Los Ángeles con una moto oficial de KTM Estados Unidos. Noveno en la general del Mundial tras el circuito argentino, Jorge Prado ha recobrado el ánimo tras sufrir con el barro de Indonesia. Las lluvias persistentes convirtieron el circuito de Pangkal Pinang en un verdadero infierno para el piloto de Lugo, que tardó cinco minutos en liberar su moto encallada en una de las mangas.

Su peor enemigo hasta ahora es, sin embargo, el jet lag. Los viajes transoceánicos despistan mucho a Jorge Prado que, hasta la fecha, se había movido fundamentalmente en competiciones europeas. También el físico juega en su contra. Es el piloto más joven de la parrilla y su cuerpo no está tan desarrollado como el de los demás. «Me he dado cuenta, después de Argentina, de que tengo velocidad como el que más, pero quizás me falta resistencia», reconocía Prado.

Precisamente la pretemporada del piloto gallego se centró en el físico. Desarrollar sus músculos era fundamental para evitar que las lesiones le entorpecieran en el Mundial. Los problemas de hombro y clavícula se cebaron con él el año pasado, cuando competía por el europeo de 250. Jorge Prado y su equipo pasaron parte del tiempo preparatorio en Tenerife, centrados en la natación, el ciclismo y otros ejercicios para aumentar su masa muscular. Ahora, cuenta con preparador físico específico para él. 

Fenómeno fan en Argentina

«Alucinado» por el fenómeno fan en Argentina, Jorge Prado se vio desbordado por una marea de seguidores que querían sacarse fotos con él o conseguir su autógrafo. La carpa de KTM era una de las más solicitadas por los aficionados, que buscaban al lucense. «Estoy muy agradecido, estábamos en el podio y solo oía a la gente gritar mi nombre. Fue emocionante», comentaba.

Tras correr en México, el piloto lucense volverá a Europa para encarar otras dos pruebas del Mundial: Maggiora, en Italia, será el quinto compromiso del circuito y Valkenswaard, en Holanda, el sexto.