Lino López culmina su revolución

antón bruquetas

DEPORTES

ángel manso

Con un sistema poco habitual, el técnico lleva al modesto Universitario a pelear por la Liga Femenina

27 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las gotas se precipitan sobre el asfalto a cámara lenta como si ese frío del invierno que se resiste a marcharse con la llegada de la primavera terminase por amortiguar su velocidad. Ocupa una mesa en el interior de la cafetería La Salita, en Narón, a un palmo de su casa. Levanta la mirada hacia la ventana por donde se filtra la luz plomiza que a menudo adorna el cielo de Galicia en esta época del año y no para de juguetear con el teléfono móvil. Sonríe. Se le nota feliz. Ha llevado al Universitario de Ferrol a una cuota de éxito sin precedentes. Ha transformado un equipo diseñado para pasarlas canutas en un candidato al título de la máxima categoría del baloncesto femenino en España. Y Lino López (Ferrol, 1976) lo ha hecho de una manera poco usual. Fiando su suerte a un complejo sistema de juego en el que la mayor parte de las jugadoras pueden ocupar cualquier rol sobre la pista. En esta pequeña revolución, una alero, por ejemplo, debe aprender también a desenvolverse en el puesto de base y viceversa. Y esta circunstancia convierte al Universitario en un bloque difícil de descifrar.

Es la forma que se le ocurrió para combatir la falta de centímetros, esa dolencia que sobreviene a los equipos cuando no disponen de billetera. El Universitario es un club modesto, pero que se ha ido edificando como todos los que suelen hacer las cosas bien: por los pies. A dónde no alcanza el dinero, llegan el ingenio y el sudor. «Recuerdo que la primera temporada que planteamos un juego ofensivo con cuatro jugadoras abiertas y un juego por conceptos a todas les resultaba difícil habituarse. Tenían que estar muy concentradas y jugar situaciones de ataque que no habían realizado -bases posteando, pívots jugando bloqueos directos,...-. Muchas vinieron a quejarse y siempre intentaba convencerlas de que busco un juego colectivo, no de sistemas cerrados para una determinada jugadora», explica el técnico, que no deja de repetir una palabra: «Equipo». «Hay gente que me dice que Cobi [la estadounidense Shacobia Barbee] debería tener más protagonismo, que, a veces, no está brillante... y yo miro para ella y no tengo ni un solo reproche que hacerle, porque sé que ha hecho exactamente lo que el equipo necesitaba que hiciese». Casi sin darse cuenta, Lino acaba de encerrar en una frase su filosofía.

«No pienso en los ‘play off’, solo me centro en corregir los errores del último partido»

Entrar en la lucha por el título no ha sido la única conquista histórica del Universitario a lo largo de este curso. También disputó la Copa de la Reina. Pocos días antes de viajar a Girona, una de las jugadoras más representativas de la plantilla, la base Ana Suárez, sufrió una rotura fibrilar. Con una rotación menos en un banquillo ya de por sí corto, a Lino López le tocó reinventarse. «Otros entrenadores me preguntaban sorprendidos: ‘¿No vais a fichar?’ Y yo les contestaba que no y entonces me hablaban como si mi equipo ya fuese a dejar de competir», asegura el preparador. Sin su faro sobre el parqué, el Universitario estuvo a dos minutos de pasar a las semifinales de la Copa.

«Creo en el talento, sin él es imposible que un jugador vaya a llegar a ciertos niveles, pero creo aún más en el trabajo, en pensar en qué hicimos mal en el último partido, en el último entrenamiento, y tratar de mejorarlo», comenta el entrenador, quien agrega: «Cuando me preguntaban por la Copa, cuando ya nos habíamos clasificado y todavía quedaban varios partidos antes de que la tuviésemos que jugar, pues en estos momentos me pasa lo mismo con los play off. No pienso en ellos, solo en corregir los errores que cometemos cada día». «Lo más bonito es ver cómo hemos enganchado a la gente con este proyecto, cómo se llena el pabellón de Esteiro y cómo en Ferrol se vuelve a respirar baloncesto gracias al esfuerzo de mis jugadoras y de todas la personas del club», indica.