El jugador del Burnley ha sido sancionado con 18 meses por apuestas ilegales, mientras el campeonato se lucra económicamente de cuantiosos acuerdos con casas de apuestas
26 abr 2017 . Actualizado a las 18:28 h.El centrocampista inglés del Burnley Joey Barton han sido sancionado este miércoles por la Federación Inglesa de Fútbol (FA) con 18 meses de suspensión de «toda actividad relacionada con el fútbol» y con una multa de 30.000 libras (35.300 euros) por un supuesto caso de apuestas ilegales.
Según el organismo, Barton, de 34 años, que ha asegurado que apelará la sanción, realizó 1.260 apuestas en partidos de fútbol en un periodo de 10 años, desde marzo de 2006 hasta mayo del 2016. «Joey Barton han sido suspendido de toda actividad relacionada con el fútbol con efecto inmediato después de que admitiera una acusación de mala conducta en relación a un caso de apuestas ilegales», señaló la FA a través de un comunicado.
«Presuntamente, realizó 1.260 apuestas en partidos de fútbol entre el 26 de marzo de 2006 y el 13 de mayo de 2016, violando la norma E8 de la FA. Después de una vista con la Comisión Independiente Reguladora, el centrocampista del Burnley también fue multado con 30.000 libras y advertido sobre su conducta en el futuro», apuntó el organismo en la nota. La norma E8 de la FA establece que los futbolistas «no pueden apostar directa o indirectamente o instruir, permitir, causar o propiciar que ninguna persona apueste sobre el marcador o resultado de partidos de fútbol en todo el mundo».
La hipocresía de las apuestas
Sin embargo, mientras la federación inglesa persigue y castiga las apuestas ilegales, la propia competición de la Premier League se lucra económicamente con cuantiosos ingresos de patrocinio procedentes de varias casas de apuestas. Hasta cinco equipos de la máxima competición inglesa tienen importantes ingresos de publicidad en casas de apuestas; el Everton (William Hill), el West Ham United (Betway), el Stoke City (Bet365) y el Sunderland (Dafabet).
Incluso, se da la paradoja de que el propio Burnley, equipo de Joey Barton, luce como espónsor principal en su camiseta el nombre de una importante casa de apuestas, un atractivo económico para muchos clubes y una condena para muchos jugadores e implicados en apuestas ilegales.
