El plan maestro de Cristiano

tomás rudich MADRID / DPA

DEPORTES

Daniel Pérez | efe

Entró en las rotaciones y eso le permitió ser decisivo en el tramo final del campeonato de Liga

22 may 2017 . Actualizado a las 08:09 h.

Calidad por cantidad. Estadísticas algo menos deslumbrantes, pero más decisivas. A sus 32 años, Cristiano Ronaldo apostó por un «cambio radical» en su preparación, según su propia definición, y los frutos están a la vista. La Liga conquistada por el Real Madrid tuvo a un Cristiano menos participativo que en temporadas anteriores. Menos minutos y también menos goles, siguiendo un plan cuasi científico consensuado con Zinedine Zidane.

Las rotaciones impulsadas por el entrenador francés y la dosificación planificada de energías permitieron al luso llegar en su esplendor al tramo final de la temporada, el más importante. En los últimos años llegó casi asfixiado a los últimos partidos.

Apenas 29 de los 38 encuentros de Liga jugó Cristiano esta temporada y, con su gol de ayer ante el Málaga, llegó a 25 para ubicarse por detrás de Lionel Messi y Luis Suárez en la tabla de artilleros. No pudo anotarle al Barcelona en el clásico. Pero el título, lo que cuenta al final, quedó para Cristiano, que celebró su segunda Liga con el Real Madrid y la primera desde el 2012 para romper la hegemonía azulgrana. A ello podría añadirle el 3 de junio en Cardiff la Liga de Campeones. El portugués, que terminó la temporada pasada retirándose de la final de la Eurocopa entre lágrimas por una lesión de rodilla, llegó esta vez al esprint final con la maquinaria plenamente aceitada.

Con un físico algo más estilizado y menos musculoso, jugando más de delantero centro que por todo el frente de ataque, y combinando más con sus compañeros, Cristiano consiguió una sorprendente evolución en lo táctico y lo futbolístico. Pero la base de todo es su físico. «He tomado una decisión diferente junto a mi entrenador. He hecho un cambio radical en mi carrera», anunció en abril en Múnich tras marcar dos goles al Bayern que encaminaron la clasificación a semifinales de la Champions.

En nueve partidos disputados en los últimos 40 días, el portugués marcó 14 goles. En la Liga de Campeones anotó un doblete y un triplete al Bayern en cuartos y un hat-trick al Atlético de Madrid en la ida de semifinales. Y en la Liga hizo dos al Sevilla y al Celta y uno al Valencia. Ayer abrió el camino en La Rosaleda. Todos goles decisivos. «En los últimos cuatro o cinco años he llegado al final de temporada siempre al límite, con pequeñas lesiones, más cansado. Ahora me preparé para estar bien estos dos últimos meses», explicó el portugués. Parte del éxito corresponde sin duda también a Zidane, que supo como nadie manejar los egos del vestuario y contener al insaciable Cristiano.