Sieiro ya sueña con los Juegos

Aleixandre Méndez
Aleixandre Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

DEPORTES

EMILIO MOLDES

Piragüismo El canoísta pontevedrés está siendo el dominador de la temporada

31 may 2017 . Actualizado a las 04:00 h.

Adrián Sieiro (Pontevedra, 1992) se está revelando esta temporada como la gran esperanza nacional en canoa. Su triple corona en la Copa de España de 1.000 metros de Trasona, donde se colgó el oro en la prueba individual, en C-2 con Sergio Vallejo, y en C-4 con ambos remando junto a sus también compañeros del Piragüismo Poio David Maquieira y David Novas, puso sobre él los focos hace poco más de un mes. Y el palista pontevedrés ha confirmado en el reciente selectivo de la federación española, en el que volvió a dominar clasificándose para dos pruebas de la Copa del Mundo y el campeonato de Europa en C-2 y C-1, que aspira a convertirse en la gran referencia en esta modalidad en el ciclo olímpico que acaba de iniciarse.

La retirada de David Cal a poco más de un año de los Juegos de Río dejó un vacío en esta disciplina de tradicional dominio gallego. Pero ahora, la irrupción de Sieiro le ha convertido en el gran aspirante para recoger el testigo de quien fue su modelo a seguir. «Yo no tuve que buscar referentes fuera, lo teníamos en casa», afirma sobre el quíntuple medallista olímpico el pontevedrés. «Nunca he visto remar a nadie como a David Cal, era muy bonito verlo competir», alaba.

De inicio tardío en el piragüismo siendo ya juvenil, los primeros resultados de Adrián Sieiro no llegaron hasta su etapa sub-23, coincidiendo con su incorporación al Piragüismo Poio. Allí se puso a las órdenes de Julio Aller, que no tardó en identificar su potencial. «Cuando empezó con nosotros necesitaba aumentar su masa muscular y la técnica. Pero mejoró rápidamente, sobre todo, en esta última faceta -recuerda el técnico-. En un par de años ya estaba entre los mejores de España», añade. Y en el 2015, su sexto puesto en el Mundial sub-23 sobre la distancia de 200 metros confirmó que la apuesta de Aller era acertada. «Desde entonces no ha parado de progresar y ahora mismo, técnicamente, creo que es el mejor canoísta de España. Tiene un juego de caderas, de piernas, que no tiene nadie», destaca el entrenador del Piragüismo Poio.

Tras un año en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra, el pasado septiembre recibió la llamada de la federación española para trabajar con el grupo de tecnificación del equipo nacional en Sevilla a las órdenes de Marcel Glavan. Y tras la supresión de la prueba de 200 metros del programa de los próximos Juegos, Sieiro inició una reconversión que, según el propio canoísta, no ha sido sencilla. «Los inicios fueron duros. Además, era la primera vez que vivía fuera de casa, y al principio aprovechaba para volver bastante a menudo», desvela. Su rutina de trabajo, en todo caso, no ha variado en exceso. «El trabajo en el agua es básicamente el mismo, pero el de gimnasio es mucho más intenso», explica. Pero la traducción del esfuerzo en resultados, admite, ha sido todo un espaldarazo a su confianza. Tanto que, aun manteniendo la prudencia, reconoce que empieza a ver posible el sueño de estar en Tokio. «Sí que se empieza a soñar un poquito, pero hay que seguir trabajando para ir mejorando los tiempos», apunta.

Con ese gran objetivo ya en el horizonte, Sieiro ha empezado a confirmar estas expectativas en la Copa del Mundo de Szeged (Hungría) este fin de semana, en la que la coincidencia en una misma jornada del C-1 y el C-2 le ha llevado a decantarse por participar solo en esta segunda modalidad junto a Sergio Vallejo. En esta cita, ambos palistas lograron un meritorio bronce en el C-2 500 metros y un quinto puesto en el C-2 1.000 metros, cumpliendo con creces el objetivo marcado de alcanzar la final. Y con vistas al futuro, quienes le conocen bien predicen que el mejor Sieiro aún está por llegar. «Creo que todavía le queda mucho margen de mejora -vaticina Julio Aller-. Pero debe ser constante, humilde y seguir trabajando como hasta ahora. Si lo hace, le veo muchas opciones de estar en Tokio».