«No sentía las manos ni las piernas»

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

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El piloto gallego del Mundial Jorge Prado relata el episodio de deshidratación que le lastró en la prueba disputada en Italia el fin de semana y que le impidió correr la segunda manga

02 jul 2017 . Actualizado a las 21:55 h.

Acudía a Ottobiano el gallego Jorge Prado con el objetivo de asaltar la zona de privilegio del Mundial de MX2. La undécima prueba del calendario se presentaba complicada. La exigencia era máxima y las condiciones meteorológicas (humedad elevada y temperatura de unos cuarenta grados) no eran las más propicias para un rendimiento prolongado.

La undécima prueba del calendario había arrancado a contrapié para el piloto gallego que, a pesar de todo, se rehízo de una caída en la clasificatoria y llegó a liderar la primera manga con solvencia, aunque dolorido por otro percance sufrido el día anterior y con poco margen para restablecerse debido al calor.

De hecho, este aspecto le pasó factura y sufrió una deshidratación que obligó a Jorge Prado a protagonizar un final de manga épico con tal de cruzar la línea de meta. La situación le pasó factura y los médicos le impidieron tomar la salida en la segunda manga, de modo que perdió un puesto en la clasificación general y ahora es séptimo.

Ya en frío, el piloto lucense explicaba a La Voz lo atípico del episodio vivido en Italia. «La carrera fue muy dura, es cierto. Tuve que realizar un esfuerzo muy grande en unas mangas muy largas y además la pista era muy física. El calor no hizo más que agravar la situación. Me vi obligado a gastar mucha energía», relata.

Asegura que no fue la carrera en la que compitió con mayor temperatura ambiente, pero el conjunto de los elementos derivó en un escenario totalmente perjudicial para la salud del deportista.

Los médicos inyectaron agua con sales para favorecer la recuperación de Jorge Prado, que no llegó a desvanecerse en ningún momento. «Me decían que tenía altas las pulsaciones, pero siempre las tengo así en carrera. Lo que es cierto es que me sentía reventado, muy cansado debido al calor. No tenía sensibilidad en las manos y en las piernas, y eso nunca me había sucedido antes», relata el piloto de motocrós, que se vio obligado a descansar durante hora y media antes del inicio de una segunda manga que finalmente no disputó. «No me asusté porque sabía que no era nada grave y porque allí estaban los médicos», matiza, al tiempo que sostiene que hubiera terminado la segunda manga si la hubiese corrido.

Prado explica que siempre intenta realizar un aporte extra de líquido antes de cada carrera y procura situarse en lugares con menor temperatura ambiente para llegar más fresco a la competición. «En esas condiciones tendrás que correr, porque en este deporte no se puede parar porque penaliza demasiado», argumenta.