Ridículo primer sorteo de Copa de la etapa Rubiales

La Voz

DEPORTES

BENITO ORDOÑEZ

En menos de tres meses, el exfutbolista y expresidente de la AFE está yendo de escándalo en escándalo.

31 jul 2018 . Actualizado a las 18:56 h.

El sorteo de las dos primeras rondas de la Copa del Rey celebrado en las instalaciones de la federación española de fútbol supuso un ridículo histórico. Por primera vez, tuvo que repetirse parte del mismo. El motivo es que los responsables federativos cometieron un garrafal fallo en el cumplimiento del reglamento. En concreto dejaron exentos de la primera ronda al Teruel y al Unionistas, que no tenían derecho según la normativa del sorteo.

«Tras detectarse un error en el protocolo reglamentario que afecta a los equipos de Segunda División B y Tercera División, la RFEF se ve obligada a repetir el sorteo de la primera ronda eliminatoria de la Copa del Rey. El sorteo no afectará a los emparejamientos de Segunda División», explica la nota federativa difundida a mediodía.

Este era el primer sorteo que se realizaba desde que Luis Rubiales asumió la presidencia de la federación española de fútbol y llama poderosamente la atención que los encargados de llevar al cabo el mismo desconocieran la normativa.

En menos de tres meses, el exfutbolista y expresidente de la AFE está yendo de escándalo en escándalo. Comenzó con el lío montado en la concentración del Mundial una vez que se conoció que el Real Madrid había fichado a Julen Lopetegui. En aquel momento antepuso su orgullo al interés de la selección y decidió despedir al técnico vasco. Lejos de poner en su lugar a un entrenador capacitado, echó mano de Fernando Hierro, lo que generó el descontento de los futbolistas y el posterior fracaso deportivo.

Con el país todavía reponiéndose de la decepción futbolística que supuso la eliminación frente a Rusia, Rubiales hizo que la asamblea de la federación le aprobase un suculento sueldo que deja en un juego de niños el que cobró durante años su antecesor, Ángel María Villar. El dirigente se asegura un fijo de 160.000 euros más el 0,6 % de los patrocinios, que no necesariamente tienen que ser conseguidos durante su mandato.