Ruth Ballesteros, una policía nacida para competir

Ana Iglesias Lago
Ana Iglesias REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

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La pionera de la esgrima en Galicia ejerce ahora como agente y reconoce: «No sé vivir sin hacer deporte»

07 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una todoterreno. Además de una pionera. Ruth Ballesteros ha sido, y sigue siendo, santo y seña de la esgrima en Galicia. Un deporte que ha ido intercalando con otras modalidades, en las que también ha llegado a destacar y competir. Porque, tal y como ella reconoce: «No sé vivir sin hacer deporte».

Pero comencemos por el principio. Como cualquier niña pequeña, empezó practicando yudo como actividad extraescolar. No le cautivó y lo dejó. Su padre, concejal de la primera corporación democrática del ayuntamiento de A Coruña, acudió a la inauguración de una sala de esgrima en Riazor. «Allí le preguntaron si tenía hijos, y qué por qué no los traía a probar. Así empecé yo», recuerda Ruth, que también apunta que, «en aquel momento en Galicia lo practicábamos cuatro gatos».

Cuando empezó usaba el mismo arma que un adulto, y como casi no había niños, «me aburría como una seta», afirma. Así que decidió cambiar. Probó la natación, fichó por un club y compitió en campeonatos infantiles. Tampoco le convenció y volvió a dejarlo.

Llegó entonces el turno del atletismo. «Competí, pero no era ninguna máquina», asegura Ballesteros. Recuerda que el entrenador le mandaba las tareas, y ella sola las ejecutaba. Sin que nadie le corrigiese. «El atletismo me dio disciplina y capacidad de trabajo. Como siempre me entrenaba sola, cogí muy buenas rutinas porque llegué a practicar disciplinas combinadas, y trabajaba muchas horas», rememora.

El paso a la Universidad le supuso también la práctica de una nueva modalidad. El rugbi llegó a su vida. «Me enganchó. Siempre diré que, como divertido, creo que es deporte en el que mejor me lo he pasado. Con el equipo de INEF llegamos a jugar el campeonato de España, en aquel momento era algo increíble», afirma. Y es que Ruth, deporte que practica, deporte en el que compite.

En su último año de carrera, la esgrima volvió a llamar a su puerta. Retornaron los campeonatos. «En uno de ellos me contactó el seleccionador nacional, y acabé teniendo la oportunidad de irme a Madrid para entrenarme con el equipo nacional», asegura.

Las tres modalidades

Durante años compitió en el ámbito nacional logrando el campeonato de España por equipos de sable en el 2005, un bronce individual en el mismo año, fue campeona gallega de florete en el 2008, y miembro del equipo nacional de espada entre 1997 y 1998. Si por algo marca la diferencia Ruth Ballesteros en este deporte, es por competir en las tres modalidades. «De pequeña empecé en florete. En mi segunda etapa me cambié a espada, porque fue cuando empezó esta modalidad para mujeres. Años después, en Madrid, por aprender, empecé a hacer sable, y al final fue donde logré los mejores resultados», explica.

Finalizada la etapa en Madrid, volvió a Galicia. Sin gente de nivel para poder seguir entrenándose en la esgrima, decidió empezar a participar en carreras populares, para acabar haciendo triatlón. «Solo duré un par de años porque la bici no se me daba muy bien», asegura. A raíz de practicarlo, la federación contacta con ella para ofrecerle ser entrenadora de unos pentatletas en Lugo. «No solo les entrenaba esgrima, sino también natación, carrera y tiro», afirma.

Su vida dedicada al deporte culminó con la fundación de 100Tolos, una escuela de referencia de la esgrima en Galicia, después de convertirse en maestra. «La realidad es que vivir de un deporte minoritario es muy esclavo. Hacía demasiado trabajo de gestión. Llegó un momento en el que no pude más», recuerda. Con la llegada de la pandemia, su cabeza le pidió un cambio de vida. Y lo que llevaba tiempo pensando, por fin lo ejecutó. Preparó las oposiciones para la Policía Local y, como cualquier competición, ganó. Desde hace un año se viste de uniforme. Una vida estable, pero a la que todavía tiene que adaptarse. «Estoy acostumbrada a ser mi propia jefa, y para mí es algo nuevo lo de tener superiores. Soy muy disciplinada, pero no estoy acostumbrada a no participar de ninguna manera en las decisiones», reconoce. Eso sí, ya piensa en volver a competir. «Necesito tener objetivos y proyectos en la vida. No sé lo que es vivir sin tener una fecha por delante», dice, así que ya tiene en mente una competición entre policías y bomberos. Un campeonato de Europa que la mantiene activa y, de nuevo, cerca del deporte. Una todoterreno.