La Ryder no añora al LIV Golf

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REMO CASILLI | REUTERS

McIlroy espeta que los ausentes del circuito saudí echarán de menos el duelo que comienza mañana en Roma entre Europa y Estados Unidos

28 sep 2023 . Actualizado a las 10:07 h.

Nacida en 1927, la Ryder Cup ya superó tensiones en anteriores décadas sobre quién manda en el negocio del golf. La edición que empieza mañana en el campo Marco Simone de Roma (Movistar Golf y Golf 2, viernes y sábado, 7.30, y domingo, 11.30) es la primera tras el cisma provocado por la irrupción del LIV, el circuito de capital saudí que regó a los jugadores con contratos multimillonarios para que abandonasen los calendarios tradicionales. El gran duelo entre Europa y Estados Unidos se disputa después de que el PGA Tour y el DP World Tour llegasen a un principio de acuerdo con el promotor que puso las competiciones patas arriba. Pero las heridas siguen abiertas. Por eso ayer, Rory McIlroy, ganador de cuatro grand slams y vencedor de las Ryders del 2010, 2012, 2014 y 2018, ajustó cuentas cuando le preguntaron por la ausencia de tres de sus excompañeros más carismáticos, que firmaron hace año y medio con LIV, Sergio García, Ian Poulter y Lee Westwood: «Es algo extraño no tenerlos cerca. Pero creo que esta semana, más que en ninguna otra, van a notar que no están aquí, y creo que ellos van a echar de menos estar aquí más que nosotros a ellos».

En la práctica, disputar el LIV Golf encarece acceder a cualquiera de los equipos, aunque las normas de elección son diferentes en el bando europeo y el estadounidense —en el que el capitán, Zach Johnson, invitó a Brooks Koepka, estrella del circuito rebelde—. De hecho, hace unas semanas, Sergio García tanteó su posible regreso a la Ryder, y recibió el portazo de Keith Pelley, director ejecutivo del circuito europeo, la entidad que rige las normas del conjunto del Viejo Continente. Beligerante con las estructuras tradicionales del golf, el español es el jugador con más puntos sumados en la historia de la Ryder, 28,5 (con hasta 25 partidos ganados y un 63,33% de fiabilidad).

«Esta semana se han dado cuenta de que la decisión que tomaron les ha impedido formar parte [del equipo], y eso es duro. El panorama en el golf es cada vez más cambiante. Ya veremos qué pasa y si formarán parte del equipo en el futuro», añadió McIlroy sobre el acuerdo en marcha entre los circuitos saudí, europeo y norteamericano.

Junto a García, Westwood es otro hombre récord de la Ryder, con 47 partidos jugados, un hito compartido con Phil Mickelson en la historia del evento. Poulter, por su parte, labró durante lustros su fama de competidor valiente y carismático en el duelo entre Europa y Estados Unidos, que jugó siete veces.

A García y a Poulter pidió consejo sobre liderazgo Jon Rahm, convertido ya en su tercera Ryder en uno de los pesos pesados del vestuario europeo: «No es fácil asumir el papel que ellos tenían dentro y fuera del campo, pero oírles hablar de lo que pensaban y lo que sentían es información valiosísima».

García aún tendría tiempo para regresar a la Ryder en el futuro. Tendrá 45 años cuando en el 2025 el duelo se celebre en Bethpage, cerca de Nueva York.

El rol de McIlroy

McIlroy, abanderado de los calendarios clásicos cuando el cisma del golf fue más virulento, es ya, a sus 34 años, el líder de Europa. Jugará su séptima Ryder, a la que llega como número 2 del ránking mundial. Aunque recela de etiquetas. «No estoy para dar gritos y discursos. Les dije a los chicos que no quiero que nadie me admire. En nuestro equipo no hay jerarquías», asegura el norirlandés.

Koepka, único invitado del bando rebelde

Cuando Brooks Koepka se impuso en el Campeonato de la PGA en mayo, se convirtió en el primer jugador que ganaba un grand slam mientras militaba en LIV Golf. De su victoria se hizo también una lectura simbólica, como la demostración del empuje del calendario rebelde.

Las normas de clasificación del equipo de Estados Unidos no impiden expresamente la presencia de jugadores del LIV Golf. De hecho, Koepka estuvo a punto de clasificarse para el conjunto norteamericano a través del ránking de acceso, que otorgaba seis de las doce plazas del equipo. Las otras seis quedaron a la libre elección del capitán, Zach Johnson. Y este eligió a Koepka, que afrontará así su cuarta Ryder, pero no a otras figuras del circuito de capital saudí que sí se veían en Roma, como Bryson DeChambeau y Talor Gooch.

«Juega mejor»

Este año 2023, Koepka no solo ganó el Campeonato de la PGA, sino que fue segundo en el Masters de Augusta, por detrás de Jon Rahm. «Todos tuvieron la oportunidad de estar aquí (...). Juega mejor. Esa es la respuesta siempre», espetó Koepka en Roma cuando le preguntaron por las ausencias de otras figuras de LIV Golf. Y recordó la bandera que defiende a partir de mañana en Roma. «Siento que estoy representando a Estados Unidos. Eso es lo que llevo en mi gorra esta semana; eso es lo que estoy representando (...). Todos somos un solo equipo y esa es nuestra forma de pensar», razona Koepka.