El escolta sueco vivirá, al igual que el club, la primera final de su carrera, con la disputa de la Copa Princesa ante el Estudiantes
25 ene 2024 . Actualizado a las 00:13 h.El Leyma Básquet Coruña vive unas jornadas en las que todo son sonrisas y ganas. Aunque no falta el trabajo duro a pocos días de disfrutar la primera final de su historia, la de la Copa Princesa ante el Estudiantes (domingo, 12.30 horas, LaLiga +). Olle Lundqvist (Brunflo, Suecia, 1999) peleará, por primera vez, por un título, sin embargo, infunde tranquilidad.
—¿Cómo lleva la semana?
—Me encuentro muy bien físicamente, y muy contento por como estamos como equipo ahora. Estos días no son muy diferentes. Jugamos un partido importante y nada más.
—¿Les está resultando fácil mantener la concentración?
—Para mí no es difícil porque no soy de España y no es diferente. Para los demás, quizás un poco sí.
—En liga regular vencieron por una canasta de Estudiantes que entró fuera de tiempo. ¿Firman repetir?
—Sí, pero la verdad es que jugamos contra un auténtico equipazo. Tiene muchos jugadores muy buenos, y contra los que siempre es difícil competir. Además, una cancha como la del WiZink Center siempre es complicada. Es un pabellón grande, donde habrá mucha afición. Va a ser divertido.
—El último partido se celebró en el pabellón de Magariños. ¿Impone el WiZink o les provoca más ganas?
—No, será más divertido, seguro. Siempre es mejor jugar con cinco mil o seis mil personas que con ochocientas. Será mucho mejor.
—¿Cuáles serán las claves para que el Básquet Coruña consiga llevarse la final?
—Para ganar será muy importante que consigamos hacer lo que queremos, especialmente en defensa. Hemos trabajado sobre lo que queremos hacer, y en ataque, somos un equipo muy anotador.
—Celebraron al pase a la final bailando, ¿que dice la plantilla ante la posibilidad de hacer historia con el equipo?
—No sentimos responsabilidad porque es la primera vez para todos. Para la afición, para los jugadores y para los directivos, así que tenemos que disfrutar, jugar un buen partido, olvidarnos de la presión, y ojalá que ganemos.
—En el vestuario, ¿se habla de algo que no sea la final?
—Estamos todos tranquilos. Cómo digo, esto es más para disfrutar que para generarnos presión. El partido contra el Lleida de la próxima semana, me genera más nervios que este. Esto es un regalo.
—El objetivo, aún con todo esto, ¿es seguir acumulando victorias en liga regular?
—Eso es. Es lo único en lo que pensamos, en mejorar la racha que logramos el año pasado, que fue de nueve victorias. Ahora llevamos siete, pues a ver si conseguimos diez. Es difícil. Aquí no hay partidos fáciles nunca.
«Tengo muchas manías en la cancha, necesito anotar la primera canasta al entrar»
Con 24 años, es la primera final de su carrera. El escolta sueco suma su segunda temporada en el Básquet Coruña, donde acumula una gran progresión. Con 12,2 de valoración media en 20.40 minutos de juego; ha aportado 11,1 puntos, 2,9 rebotes, 1,8 asistencias y 1,2 robos.
—¿Le acompañan muchas supersticiones en su rutina?
—Muchas. Si fallo una bandeja con la derecha, necesito meter la segunda con la izquierda, y cuando entro a la pista, tengo que anotar la primera canasta.
—¿Y si no entra?
—Tenemos problemas (se ríe), pero son muchas manías pequeñas, no es nada grande.
—Había arrastrado molestias en el hombro y en la rodilla, ¿cómo se encuentra?
—Estoy bien. Tuve problemas en las rodillas, pero ahora me encuentro mejor que nunca.
—Ante el Cantabria contaron con la presencia de aficionados en Torrelavega y, en Madrid repetirán. ¿Qué supone tenerlos cerca?
—Serán clave. El otro día fue muy importante tenerlos al lado para llevarnos la victoria. Esta vez será igual.