Miguel Ángel, el gato con ventosas

DEPORTES

REAL MADRID | EUROPAPRESS

06 feb 2024 . Actualizado a las 16:52 h.

A finales de los setenta la televisión en color aún era un lujo en muchos hogares. Y eran habituales las escenas de varios miembros de la familia, a veces también amigos, alrededor de la pequeña pantalla para ver programas míticos como el «Un, dos tres» o retransmisiones de partidos de fútbol como los del Mundial 78, que se disputó en Argentina. A esa época pertenece Miguel Ángel y muchas de sus paradas están grabadas en la memoria del aficionado en blanco y negro. La reflexión vale para los que ya pasamos de los cincuenta. Los más jóvenes pueden acudir a Internet para ver cómo se manejaba debajo de los palos uno de los grandes porteros de la historia del Real Madrid y de la selección. Siempre se le ha conocido como el gato, por la agilidad y los reflejos que le permitían evitar goles casi imposibles de neutralizar. Pero cualquiera que lo recuerde a lo largo de su carrera o se tome el tiempo de ver varios de sus partidos enseguida se fijará en que aquel era un gato con ventosas.

Pocos guardametas hay a lo largo de la historia que se hayan significado, como Miguel Ángel, a la hora de atajar el balón, un arte complicado y, en cualquier caso, siempre más arriesgado que el del despeje o el rechace. No era alto, ni musculoso, parapetado detrás de su invariable bigote. Si en vez de pantalón corto vistiese traje, corbata y gorra podría pasar como portero de edificio. Pero pasa a la historia como uno de los grandes porteros del fútbol.